La tecnología y el desarrollo de los dispositivos médicos van de la mano, los diagnósticos y la práctica médica se vuelven más rápidos y precisos, además la conectividad que ahora incluyen los dispositivos médicos, ofrecen a los sistemas de salud, un sistema para el intercambio de información. Médicos de diferentes fronteras encuentran acceso a un mundo de información a tan solo un click de distancia, los pacientes, obtienen beneficios inmediatos que les permiten mejorar su calidad y esperanza de vida, pero dentro de este mundo donde día con día nacen nuevos dispositivos que buscan mejorar su versión anterior, existe un mercado que crece y apunta a ser uno de los más importantes a nivel global: los dispositivos médicos “wearables” por su denominación en inglés.

Se trata de dispositivos médicos portables, “vestibles”, que el paciente lleva consigo y que debido a su facilidad de uso, han sido acogidos favorablemente en el mercado, pues su demanda es tan alta, que se estima que tan sólo en Estados Unidos alcanzarán los $87 mil millones para  el año 2025, un dato importante, dado que México, es el principal exportador de dispositivos médicos para dicho país.

Los ‘wearables” más vendidos hasta ahora son los relojes inteligentes, las pulseras y monitores para fitness; sin embargo, la lista es extensa, encontramos gafas inteligentes, calzado, ropa, etc.  Tal es el caso de Apple con su “smart watch” que tan sólo en el 2016 la empresa vendió 26 millones de unidades de su famoso reloj inteligente (un 63% más que con respecto a 2017), según las estimaciones de CSS Insight.

La regulación de datos personales es un tema que también debe considerarse. Los usuarios acogen estos dispositivos por salud y moda, en muchas ocasiones comparten sus datos personales sin revisar cláusulas de privacidad, pero la información recopilada es tan amplia que sin duda puede ser de gran ayuda para obtener diagnósticos más precisos y oportunos sobre enfermedades que aún no se vuelven crónicas o graves. La línea divisoria entre el mal uso de datos personales y un uso ético se vuelve delgada, un dispositivo “wearable” puede recopilar todas la información de una persona, leer sus signos vitales, registrar sus emociones y cambios de humor, su consumo de calorías, la distancia recorrida a pie, el sueño y los latidos del corazón; además pueden lanzar alertas e incluso, administrar fármacos cuando se encuentran conectados a otros dispositivos médicos, creando automáticamente un reporte del estado físico del paciente.

El aumento de padecimiento de enfermedades crónicas en la población, ha disparado también la demanda de estos dispositivos en el mercado, por ejemplo, los pacientes que padecen diabetes, se ven en la necesidad de monitorear sus niveles de glucosa de manera constante y  las personas con hipertensión, revisan su presión arterial de manera constante, etc. Sin duda es más sencillo realizar lecturas por medio de un dispositivos médico que esté adherido a nuestro cuerpo y que resulta innovador, incentivando el cuidado de la salud del paciente.

La segmentación de mercado de acuerdo a la necesidades aumentará la demanda y producción de más de este tipo de dispositivos médicos: salud cardíaca, control de obesidad, diabetes, condición física, seguimiento del sueño entre otros. Son tan fáciles de usar, que su adopción crecerá de manera sostenida en los años por venir.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

El Economista.
El principal exportador de dispositivos médicos.

Newswire.
Wearable Medical Devices Market to Hit $87 Billion by 2025: Global Market Insights, Inc.