Los dispositivos médicos juegan un papel importante en el quehacer médico diario, pero también, en la vida cotidiana de la población mundial.

Poco a poco y gracias a las nuevas tecnologías, los dispositivos médicos inteligentes, se han incorporado a nuestros hogares. Contrario a lo que podría pensarse, no son los jóvenes quienes se han familiarizado con nuevas tecnologías inclinando la balanza hacia hogares inteligentes, sino la gente adulta mayor.

Frente al contexto de salud mundial actual, los hogares se han vuelto el centro de la mayoría de nuestras actividades: escuela, trabajo, gimnasio, películas en casa, atención médica incluída. La tecnología se ha adaptado a diferentes gustos, formas de vida y preferencias, que los individuos eligen y personalizan de manera impresionante. Las personas, optan por salir menos de casa, los integrantes de las familias comparten aún más, los espacios de uso común, por lo que actualmente, existe un incremento en la tendencia de búsquedas para la palabra “antimicrobianos”, debido a que existe una preocupación constante por sanitizar y terminar con las bacterias que pudieran acumularse en objetos y habitaciones compartidas, aún cuando existen bacterias con las que hemos convivido desde hace mucho tiempo y que contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico.

Muchas de las enfermedades a las que se ha enfrentado el ser humano, se han controlado con medicamentos, pero también con el apoyo de infraestructura y organización dentro de los hogares. El diseño, puede contribuir a controlar enfermedades y hoy más que nunca se vuelve evidente, pues algunas personas optan por casas sin contactos de luz, dispensadores de agua y jabón con sensores electrónicos, barredoras automáticas y persianas que se abren tan pronto como sale el sol, colchones inteligentes que realizan un diagnóstico de calidad de sueño, etc.

Se espera que para el año 2023, la mayoría de los hogares cuenten con más aparatos inteligentes, google ha creado un espejo inteligente que monitorea la salud cardiovascular y cambios en la tonalidad de la piel; relojes inteligentes que miden la presión arterial. Los cambios están ocurriendo y la mayoría de los aparatos incorporan un monitoreo de salud personal.

La mayoría de los fabricantes de dispositivos médicos, piensan que la población que envejece y que demandará mayores cuidados de atención en salud.

El potencial de estos dispositivos médicos es enorme, pues hay más de 700 millones de personas en el planeta que tienen 65 años o más, una cifra que se espera que se duplique para el año 2050. Además, el incremento en la esperanza de vida, implica que las personas mayores vivan más años, con la fragilidad que eso implica. Hoy, en países de primer mundo, hablamos ya no de gente de la tercera, sino de la cuarta edad, que comienza a partir de los 80 años y se espera que los dispositivos médicos inteligentes contribuyan a mejorar la calidad de vida de millones de personas, manteniéndolos independientes, sanos y funcionales.

Sensores, rastreadores y cámaras, ofrecerán opciones de vejez segura, incluso, se han desarrollado dispositivos capaces de detectar cuando un adulto mayor cae para notificar a sus familiares. Sin embargo, el tema de la privacidad es importante, pues algunos adultos mayores han mostrado su preocupación sobre instalar sensores en algunos lugares como el baño o la recámara, además, tampoco quieren que todos sus hijos reciban notificaciones o monitoreos con imágenes, pues lo vínculos afectivos no son iguales con uno u otro familiar, como consecuencia, se han reportado accidentes en donde se ha decidido no instalar sensores debido a la privacidad.

Vivimos en un mundo cambiante y más pronto de lo esperado, nuestros hogares contarán con dispositivos médicos integrados de gran tecnología, para ofrecernos seguridad y mejor calidad de vida.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

Science.
Evidence-based indoor design is more important than ever.

Slate.
Senior Care Homes Are Becoming High-Tech Medical Devices.