“La salud no puede depender de cuánto ganas, es un derecho humano fundamental”. Nelson Mandela, presidente sudafricano en conmemoración del día mundial contra el VIH, diciembre de 2003.

La COVID-19 nos ha traído hasta otra encrucijada histórica. Mientras que los países ricos tienen vacunada casi al total de su población, no ocurre lo mismo para otros países de economías emergentes, quienes tendrán que esperar años antes de lograr vacunar al total de sus habitantes, pues no hay suficientes para todos.

Algunos países como Sudáfrica e India, presentaron una propuesta ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para conseguir la suspensión de la propiedad intelectual de la vacuna para el coronavirus. De aprobarse, cada país sería libre de decidir si concede o aplica, o no, las patentes para los medicamentos y vacunas de la COVID-19. Y es que la mitad de las vacunas desarrolladas se han destinado a países desarrollados, mientras tanto Brasil, India o Nepal, sufren una catástrofe humanitaria.

Actualmente la Ley de propiedad intelectual permite que sólo algunas empresas puedan fabricar las vacunas, sin embargo, con el modelo actual, los esfuerzos se ralentizan y la espera cuesta vidas. Por su parte Estados Unidos, dice, estar de acuerdo con la apertura de las patentes, pero no ocurre lo mismo con Alemania.

Los defensores de la suspensión de la propiedad intelectual, coinciden en que además de salvar un número mayor de vidas, la economía mundial se reactivaría y se evitaría el surgimiento de nuevas variantes del virus. Además, argumentan que son las farmacéuticas quienes se benefician de los acuerdos gubernamentales realizados en todos los países.

Los opositores, argumentan que suspender las patentes puede obstaculizar la innovación y podría evitar una pronta respuesta a pandemias futuras. Además, miran con preocupación que no sean los países emergentes los que aprovechen la apertura de patentes, sino otros países desarrollados, como China; sin embargo, es importante poner en la mira los objetivos de salud pública mundial, antes que los probables problemas geopolíticos.

Las empresas farmacéuticas prometieron donar 2600 millones de vacunas a países en desarrollo a finales del 2022. Europa pretende donar 100 millones de unidades a países emergentes a finales del 2021.

Entre eliminar las patentes y no, se busca un acuerdo intermedio. Se prevé que el mercado de las vacunas, alcance los 35 mil millones de dólares para el año 2022. Hasta ahora, el líder del mercado Pfizer BioNtech asegura, que habrá suficiente producción para toda la población. Pero la cantidad y rapidez, son ahora, elementos determinantes para algunos países como India.

Por: Dalia Solano

Fuentes:

DW.
Vacuna COVID. Pros y contras de liberar las patentes de las vacunas.

Médicos sin fronteras.
Una vacuna covid para todos, sin excepción.