La parálisis de Bell es un trastorno neurológico común que se caracteriza por la parálisis periférica del séptimo nervio craneal (también conocido como nervio facial), lo que provoca debilidad muscular en un lado de la cara.

Los síntomas pueden incluir: cara torcida hacia un lado, parálisis facial, dificultad para comer y beber, dolor detrás o delante de la oreja, deterioro del gusto, sensibilidad al sonido, dolores de cabeza, rigidez facial y dificultad con las expresiones faciales

La condición lleva el nombre de Sir Charles Bell, un joven cirujano de Londres que describió un caso de parálisis facial en 1828, junto con la anatomía detallada y la función del séptimo par craneal. Los estudios epidemiológicos revelan que la parálisis de Bell afecta de 15 a 30 personas por cada 100 000, cada año, con una incidencia máxima principalmente en el rango entre los 20 y los 40 años de edad. Su pronóstico suele ser benigno: más de 50% de los casos se recupera por completo en pocas semanas; 40% tiene una recuperación parcial, aunque funcionalmente satisfactoria; solo 5 a 10% queda con secuelas serias debido a una recuperación incompleta e insatisfactoria.

Los músculos faciales actúan en la mímica y son responsables de la exteriorización de las emociones. La afección de estos músculos constituye no solo un problema médico-kinésico, sino también social y psicológico para el paciente.

El nervio facial, al igual que el trigémino, es mixto, es decir, tiene una porción motora y otra sensitiva.Viaja a través del canal de Falopio en el cráneo, debajo del oído, a los músculos de la cara. Es el encargado de proporcionar impulsos nerviosos a:

 

  • Las glándulas lacrimales.
  • Las glándulas salivares.
  • Los músculos de un pequeño hueso situado en el medio del oído llamado estribo.
  • Los músculos de la cara permiten realizar gestos como: mover la boca, sonreír, soplar, arrugar la nariz, cerrar los ojos, parpadear, elevar las cejas, etc.

El diagnóstico se basa en la presentación clínica, donde se observa la incapacidad de mover los músculos del lado afectado de la cara.

La electromiografía puede confirmar el daño nervioso y determinar la gravedad. Un TAC o Resonancia magnética puede ser realizados a fin de descartar un tumor u otras causas de presión del nervio facial.

La electroestimulación transcutánea (ES) puede prevenir la atrofia muscular y promover la cicatrización de los tejidos y, por lo tanto, puede ayudar a prevenir las secuelas de la parálisis de Bell, pero debido a la falta de estudios de alta calidad, la eficacia de la ES en la parálisis de Bell sigue siendo controvertida. La EE generalmente utiliza corriente eléctrica pulsada de baja amplitud administrada transcutáneamente para activar los nervios motores que inervan los músculos débiles, con el objetivo de producir contracciones y, por lo tanto, prevenir o retrasar el desarrollo de la atrofia muscular. cicatrización de tejidos, incluida la cicatrización de nervios. Aunque abordar el tratamiento de la parálisis facial abordada desde la electroestimulación sigue siendo un tema controversial. 

Otras afecciones, como un accidente cerebrovascular, infecciones, la enfermedad de Lyme, afecciones inflamatorias y tumores, pueden causar debilidad de los músculos faciales, que se puede confundir con la parálisis de Bell. Si no queda claro el origen de tus síntomas, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende otras pruebas, como las siguientes:

 

  • Electromiografía. Esta prueba puede confirmar la presencia de lesión en los nervios y determinar su gravedad. La electromiografía mide la actividad eléctrica de un músculo en respuesta a un estímulo, además de la naturaleza y velocidad de la conducción de los impulsos eléctricos a lo largo de un nervio.
  • Exploraciones por imágenes. En ocasiones, es necesario hacer una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) para descartar otras posibles fuentes de presión sobre los nervios faciales, como son los tumores o las fracturas de cráneo.
  • Análisis de sangre. No hay un análisis de sangre que detecte la parálisis de Bell. Sin embargo, se pueden hacer análisis de sangre para descartar la enfermedad de Lyme u otras infecciones.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

Redalyc.
Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea para el pronóstico de parálisis de Bell.

Bdigital Universidad Nacional de Cuyo.
Electroestimulación selectiva muscular indirecta digital vs tratamiento kinésico estándar en la recuperación funcional de pacientes con Parálisis Facial Periférica.

National Library of Medicine.
Protocol for randomized controlled trial of electric stimulation with high-volt twin peak versus placebo for facial functional recovery from acute Bell’s palsy in patients with poor prognostic factors.