El uso de dispositivos médicos está inmerso en nuestra vida cotidiana, más allá de la práctica médica, su uso se ha extendido al interior de los hogares y en el punto de atención; desde pruebas de embarazo hasta ecografías, la tecnología médica está con nosotros incluso antes de nacer. Los niños que sufren alguna caída o raspadura, utilizan una bandita; si hay problemas de visión, anteojos; temperatura, uso de termómetros, etc.
Los dispositivos médicos y de diagnóstico ayudan a los profesionales sanitarios a restaurar la buena salud lo antes posible. Cuando se requiere una cirugía, las tecnologías médicas ofrecen atención mínimamente invasiva; si los vasos sanguíneos del paciente se bloquean, los stents pueden ayudar a despejar el camino; ante una enfermedad grave, una resonancia magnética puede encontrar la causa; Si necesita monitoreo, las herramientas de salud digitales pueden verificar el estado de salud y comunicar datos vitales a los profesionales médicos.
La tecnología médica ayuda con la prevención de enfermedades, lesiones u otras afecciones, por ejemplo, mediante herramientas de detección temprana.
Diariamente, un sin fin de análisis de laboratorio se llevan a cabo en hospitales y unidades de atención médica. Los resultados de las pruebas de diagnóstico in vitro ayudan a identificar una afección específica, su desarrollo y la selección del tratamiento.
La tecnología médica ayuda a los pacientes a verificar el estado de una enfermedad o afección crónica.
La tecnología médica ayuda a los pacientes a superar lesiones y enfermedades o al tratamiento de enfermedades crónicas.
La tecnología médica se encuentra en toda la vía de atención, acelera la recuperación y mantiene a las personas saludables.
Cada vez con mayor frecuencia la población hace de los dispositivos médicos una herramienta de uso cotidiano para el cuidado y monitoreo de la salud. Sin duda los avances tecnológicos traerán aportaciones novedosas que incrementen la adopción de equipos médicos.