México se prepara para el regreso a la nueva normalidad, de manera paulatina se realizará el regreso a las actividades cotidianas de los mexicanos.
Por su parte, las empresas, se encargan ya, de implementar nuevas medidas de seguridad laboral. El uso de mascarillas y gel antibacterial, será continuado. Para atender la demanda, el Gobierno de la Ciudad de México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ATFIL, empresa incubada de la Facultad de Ingeniería, inauguraron la fábrica de mascarillas de protección y alta eficiencia N-95, ubicada en Xochimilco.
Se tiene programada una producción diaria de 40,000 mascarillas destinadas al abasto de equipo de protección para el personal de hospitales y unidades de salud, que atienden a infectados con SARS-CoV-2. Se calcula que al finalizar el 2020 se hayan producido más de 6 millones de piezas de la versión mexicana de la N95.
Fue en abril, cuando el gobierno de la CDMX, encabezado por la Doctora Claudia Sheinbaum, anunció una serie de proyectos a desarrollar a través de RED ECOs, para hacer frente al COVID-19, mencionó que se contaría con la participación del sector privado y público. La RED ECOs, se encuentra conformada por 23 instituciones inscritas, entre las que destaca la participación de Universidades públicas y particulares de México, como: la UNAM, IPN, La Salle, ITAM, UPN, Anáhuac, entre otras de igual importancia. Red ECOs es un órgano colegiado de carácter técnico, de consulta, de opinión, asesoría y análisis, auxiliar del Gobierno de la Ciudad de México en la planeación y el mejoramiento de la educación media superior y superior, la ciencia, la tecnología, la investigación y la innovación.
El secretario administrativo de la UNAM y corresponsable técnico del proyecto, Luis Agustín Álvarez-Icaza Longoria dijo que, la máxima casa de estudios, ha sido la encargada de brindar el acompañamiento técnico, de supervisión y administrativo, para cumplir con todos los estándares de calidad que se requieren.
La producción de la ATF-95 cuenta ya con la certificación de COFEPRIS (Comisión Federal para la protección de Riesgos Sanitarios), así como con el cumplimiento de las normas NOM-116-STPS-2009 y NIOSH 42 CFR 84 N95, de México y Estados Unidos, respectivamente. Para la aprobación y rectificación de los estándares de calidad, es necesario realizar las pruebas de penetración, donde se miden la filtración de partículas de cloruro de sodio (NaCl) en las capas de la mascarilla utilizando un fotómetro; y el análisis por microscopía electrónica de barrido, que muestra la cantidad de gotas salinas que puede atravesar el material, que es menor de 0.5 micro milímetros (μm).
Por su parte, José Fernando Rosas Fernandes, Director General de la Secretaría General de Desarrollo e Innovación Tecnológica de la SECTEI (Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación), mencionó que la inversión del proyecto fue de 3.5 millones de pesos, recurso que incluyó, la instalación de maquinaria, equipo y producción.
Asimismo, a través de la RED ECOs, se llevan a cabo diversos proyectos tecnológicos como caretas de protección hechas con material de nanotecnología grafeno; cajas de intubación; y la máscara de buceo, adaptador y filtro HEPA o ULPA bidireccional.
Artículo con fines informativos, Dispositivos Médicos de la CANIFARMA no tiene injerencia sobre la distribución de la mascarilla.