El dormir adecuadamente es muy importante para la salud, se encuentra directamente relacionado con una buena calidad de vida, contribuye a mantener el equilibrio hormonal y colabora en funciones mentales superiores como la concentración, el aprendizaje y la memoria.
Un sueño de mala calidad nos pone en riesgo de enfermedades que incluyen depresión, obesidad, padecimientos cardiovasculares, diabetes mellitus y peligro latente de accidentes automovilísticos.
Actualmente, existen varias opciones de tratamiento de la apnea del sueño, un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidamente. Los síntomas son ronquidos fuertes y sensación de cansancio, incluso después de una noche completa de sueño. El tratamiento incluye cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso y el uso de un dispositivo de asistencia para la respiración por las noches, como una máquina de presión positiva continua de la vía aérea (CPAP), pero será el médico quien puede ayudar al paciente a obtener la mejor opción de tratamiento.
Tratamiento con presión positiva en la vía aérea (PAP)
El tratamiento de presión positiva en las vías respiratorias (PAP, por sus siglas en inglés) usa una máquina para bombear aire bajo presión dentro de las vías respiratorias de los pulmones. Esto ayuda a mantener la tráquea abierta durante el sueño. El aire forzado que se insufla por medio de CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) previene los episodios de colapso de las vías respiratorias que bloquean la respiración en personas con apnea obstructiva del sueño y otros problemas respiratorios.
Este tipo de tratamiento, puede ser utilizado por personas de todas las edades, incluidos los niños.
Tratamiento CPAP, APAP y binivel.
La CPAP ( por sus siglas en inglés “presión positiva continúa en la vía aérea”) es el tratamiento de elección utilizado en los casos más severos de Síndrome de Apnea del Sueño. Consiste en la administración de aire a presión para evitar la obstrucción de la vía aérea a través de una mascarilla que se aplica generalmente en la nariz,. El porcentaje de pacientes que resuelven su problema mediante la CPAP es muy elevado (superior al 90%) y la mejoría clínica se observa desde los primeros días del tratamiento.
El tratamiento con presión positiva en la vía aérea puede administrarse de varias maneras:
Presión positiva y continua en la vía aérea (CPAP), que suministra aire presurizado a una presión fija y tratamiento con presión positiva automática en la vía aérea (APAP), que ajusta automáticamente los niveles de presión en virtud de la respiración del paciente; puede resultar especialmente adecuado para pacientes con apnea del sueño relacionada con la etapa REM, apnea postural o aquellos que no cumplen con el tratamiento CPAP estándar.
Tratamiento binivel, que proporciona mayor presión inspiratoria y menor presión espiratoria, y también puede ser eficaz para ciertos pacientes que no cumplen con el tratamiento. El tratamiento binivel puede usarse para tratar otras afecciones además de la apnea obstructiva del sueño (AOS) y es el tratamiento de elección para una amplia variedad de trastornos respiratorios. BIPAP, los dispositivos de tratamiento bi-nivel suministran dos niveles de presión de aire (uno para la exhalación y otro para la inhalación). Son utilizados en el tratamiento de trastornos respiratorios que cursan con disminución de oxígeno o aumento de dióxido de carbono (ej: EPOC, patología neuromuscular, trastornos de la caja torácica, síndrome de hiperventilación-obesidad) o en el Síndrome de Apnea del Sueño que requiere presiones muy elevadas.
Asistir a los pacientes para comenzar y continuar el tratamiento más eficaz de la apnea del sueño puede ayudarlos a retomar el control de su vida. Un tratamiento eficaz puede revertir los efectos de la somnolencia diurna, la fatiga, el mal humor y la depresión. También hay diversas comorbilidades graves, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes y el accidente cerebrovascular, que tienen una fuerte conexión con la apnea del sueño. Mejorar la calidad de sueño, implica mejorar también la calidad de vida de los pacientes.