Existen dolores crónicos que afectan a gran parte de la población, disminuyendo calidad de vida debido a la incapacidad de realizar labores cotidianas, siendo los más comunes el dolor lumbar y superior, dolor de rodilla y cuello, síndrome del túnel carpiano y más.
Diversos autores han considerado al dolor crónico como un problema de salud pública. Sin embargo, en nuestro país carecemos de estudios epidemiológicos que documenten el impacto del dolor crónico en la población general. No obstante a lo anterior, se ha sugerido que este problema de salud afecta del 25% al 29% de la población general a nivel internacional. Si consideramos que México cuenta con 120 millones de habitantes, entonces es posible que poco más de 30 millones de habitantes padezca este tipo de dolor.
El dolor se define como la percepción de un estímulo potencialmente lesivo; el cual, conjunta a diversas experiencias no placenteras (sensoriales, emocionales y cognitivas), mismas que son causadas por un daño tisular (real, potencial o descrito en términos de dicho daño), y que se manifiestan por ciertas reacciones fisiológicas, autonómicas y conductuales. Así mismo, el dolor crónico se define como aquel que se manifiesta en forma persistente, episódica o recurrente.
Sin embargo, la terapia con láser está revolucionando el tratamiento del dolor crónico, se trata de dispositivos pequeños, no invasivos con los que el paciente puede cuidarse mejor a sí mismo y a sus familias al tratar el dolor desde casa.
De acuerdo a estudios realizados con este tipo de terapia a un grupo que mostró una puntuación media de dolor de 6 al inicio del estudio en una escala en la que cero es sin dolor y 10 es dolor intolerable, la puntuación del grupo se redujo a 2,92 en la escala una semana después del tratamiento y a 2,58 después de dos semanas.
Grupos de pacientes que fueron tratados con opioides versus terapia láser, redujeron el dolor en la misma cantidad, sólo que la terapia láser evita los efectos secundarios que causan los fármacos encaminados a eliminar el dolor crónico.
Los resultados obtenidos para las personas con esguinces, lesiones de rodilla, lumbalgia, sacroileitis y síndrome de Articulación temporomandibular (ATM) han sido asombrosos. La terapia con láser es un tratamiento médico terapéutico que utiliza luz de una sola longitud de onda coherente. El láser se aplica sobre lesiones para mejorar la cicatrización de heridas y la curación de los tejidos blandos, reducir la inflamación y aliviar el dolor agudo además del crónico.
La terapia láser de baja potencia ha demostrado ser eficaz, poco invasiva y carente de efectos secundarios graves para numerosas enfermedades, produce analgesia, acción antiinflamatoria, relajación muscular, regeneración y reparación de tejidos, reducción de edema e hiperemia; el objetivo de este trabajo fue determinar la efectividad analgésica del láser terapéutico de baja potencia en el trauma facial, neuralgia trigeminal, parálisis facial y trastornos temporomandibulares.
Actualmente, la premisa de las clínicas rehabilitación es ofrecer formas de cuidado innovadoras y no invasivas que brindan alivio calmante del dolor. Los pacientes a menudo acuden a los consultorios de rehabilitación física en busca de alivio para el dolor de espalda, latigazo cervical, ciática, fibromialgia, y otras formas de dolor crónico. Sin embargo los nuevos dispositivos médicos de mano, han resultado ser tan seguros y efectivos que proporcionan un alivio instantáneo y pueden ser utilizados tanto por terapeutas, como por el paciente en casa.