El dolor posoperatorio es uno de los principales impulsores de la crisis de opioides, crisis que en Estados Unidos, ha desatado una emergencia de salud pública.
La Ketamina es un analgésico no opioide, utilizada para el tratamiento de los trastornos por dolor de difícil tratamiento. La eficacia de la ketamina rivaliza con los opioides en el manejo del dolor, tiene un perfil de seguridad favorable y no es físicamente adictiva. Sin embargo, la ketamina actualmente solo está disponible en el entorno hospitalario o clínico.
La ketamina ofrece soluciones reales al problema del dolor, con una potencia que iguala a los opioides más utilizados.
La ausencia de diferentes formas de presentación de la ketamina, contrasta con la amplia variedad de indicaciones y formas de administración que se siguen en la práctica, y las múltiples indicaciones, posologías, y combinaciones con otros analgésicos de primera línea. La creciente demanda de nuevos analgésicos y sustancias neuromoduladoras en general para el tratamiento del dolor hace necesario estandarizar el uso de los mismos así como potenciar el desarrollo de nuevas fórmulas de utilización para los fármacos clásicos.
Actualmente, un nuevo dispositivo médico, propone el uso doméstico de la ketamina como una nueva manera de tratar las condiciones de dolor.
Se requiere un sistema de administración para abordar las limitaciones de las preparaciones de ketamina actuales para permitir el control de la dosificación y reducir la necesidad de monitoreo. Se trata de un nuevo dispositivo, que administra dosis de este fármaco a través de una bomba de parche portátil discreta y mínimamente invasiva. Regularmente, tras una intervención, en el proceso post-operatorio, suele buscarse un medicamento que sustituya al que se administraba en el hospital, este dispositivo ofrece una mayor biodisponibilidad y un nivel de pH más alto para que pueda administrarse por vía subcutánea. Además, cuenta con tecnología anti abuso y anti manipulación. Incluye una cápsula desechable, una aguja y una unidad de control con Bluetooth para administrar dosis, se encuentra diseñado para que lo usen los pacientes que regresan de la cirugía para tratar el dolor agudo a corto plazo.
A diferencia de otras sustancias, la ketamina ha sido probada desde hace más de 50 años por la industria farmacéutica. El argumento es simple: ¿Qué pasaría si hubiera una alternativa más segura a los analgésicos narcóticos como la oxicodona? Si tiene éxito, la formulación y el dispositivo de administración de ketamina de la empresa, denominada Bexson podría reclamar una parte del mercado de dolor postoperatorio anual de $12 millones de dólares.
Los medicamentos huérfanos son medicamentos no desarrollados ampliamente por la industria farmacéutica por razones financieras, ya que van destinados a un reducido grupo de pacientes, y que, sin embargo responden a necesidades de salud pública. Bexson, la empresa que desarrolla este dispositivo recibió en febrero de 2019, el estatus de “huérfano”.
La ketamina reduce las puntuaciones de dolor, disminuye el consumo de opioides hasta en un 40%, tiene un excelente perfil de seguridad y facilita la recuperación y la rehabilitación en el período posoperatorio.