Aunque la percepción general de la gente sobre la tecnología evoca a un sistema frío de algoritmos, robots y lenguajes de programación, lo cierto, es que puede contribuir a estandarizar sintomatología, datos e interpretar (diagnosticar) de manera rápida y eficaz padecimientos, condiciones físicas y estados emocionales. Los nuevos dispositivos médicos portables y de uso diario, son más económicos que nunca y pueden contribuir a mejorar no solo la salud, sino el mundo que rodea a los pacientes que sufren alguna enfermedad o discapacidad, dijo la neurocientífica y tecnóloga Poppy Crum, Ph.D., en una conferencia anual en “Wired Health”, titulada «Tecnología que sabe lo que se siente».
Cámaras, micrófonos, imágenes térmicas y dispositivos de medición exhaustivos, que facilitan el trabajo a los cuidadores de salud y que pueden incluso, ayudar a cerrar la brecha de exclusión o estigma sobre las personas con capacidades diferentes. Hay que recordar que en México, la demanda de atención de salud, crece al mismo tiempo que la población envejece, por lo que se vuelven necesarios e indispensables, diagnósticos más precisos y dispositivos que puedan tenerse en casa para contribuir al cuidado de los pacientes y mejorar su calidad de vida. Tal es el caso, por ejemplo, de los audífonos empáticos, que podrían personalizarse y adaptarse a la cantidad de esfuerzo que una persona con problemas de audición necesita usar para saber lo que alguien más está diciendo.
Otro ejemplo de esta tecnología, son los guantes empáticos, que fueron utilizados antes de que se desarrollara una aplicación para un menú, ya que los usuarios padecían artritis. La tecnología no sólo fue capaz de ofrecer una comprensión psicológica, sino una experiencia física, y con ello, los desarrolladores eliminaron la opción de menús desplegables que resultaban complicados para las personas con problemas en sus articulaciones. Se trata de dispositivos que realmente consideran la necesidad de “inclusión” para el desarrollo de objetos de uso diario y de concientizar la dificultad que puede representar, algo tan simple,como abrir un empaque de post-it.
También, se desarrollaron lentes que proporcionan la experiencia de ver cómo vería una persona que padece problemas de visión (degeneración macular relacionada con la edad, glaucoma, protanopia y retinopatía diabética).
«Al combinar regímenes de medicamentos con tecnología empática, los médicos obtienen un circuito cerrado de retroalimentación de datos del paciente, cambiando los medicamentos y las terapias en función de sus señales. Pronto, la tecnología del consumidor puede conocer nuestros estados mentales y físicos antes que nosotros”, «O, semanas antes de someterse a una cirugía de rodilla, su cirujano ortopédico puede recopilar mucha más información sobre su modo de andar y sobre cómo utiliza sus rodillas de manera que pueda beneficiarse de diferentes consideraciones durante la rehabilitación postoperatoria de la terapia física», dijo Poppy Crum.
Probablemente, no acercamos a un momento en que la inteligencia artificial, sabrá más sobre ciertas condiciones que el propio médico, pero que será un repositorio de millones de casos, sintomatologías y experiencias que colaboren a crear sociedades más incluyentes; ahora mismo, nos encontramos en una época en donde se sabe más que nunca en la historia sobre las enfermedades que aquejan a los seres humanos y la información, debe traducirse en mejores tecnologías y dispositivos médicos que mejoren la calidad de vida de las personas, independientemente de la geografía en la que se ubiquen.
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