La pediatría es una de las especialidades más reconfortantes y, a la vez, más duras y exigentes del mundo de la medicina. Con frecuencia los niños deben someterse a diferentes tipos de pruebas médicas sin comprender con exactitud qué es lo que les sucede, dificultando la práctica médica, diagnóstico y tratamiento. Se añade un factor de estrés, miedo y negación a recibir atención por parte del profesional de la salud.
Durante los últimos años los trabajadores de la salud y fabricantes de tecnología médica, han trabajado para mejorar la experiencia médica, minimizando el dolor y el malestar. Las nuevas tecnologías, dirigidas hacia los más pequeños, han sumado esfuerzos para reducir, en lo posible, los perjuicios adicionales de la enfermedad.
Con mayor frecuencia, cada día se impulsan proyectos innovadores en el ámbito pediátrico con el fin de aportar soluciones diseñadas, desarrolladas y probadas con y para los niños.
Algunos ejemplos de tecnología no invasiva en pediatría incluyen:
Imágenes diagnósticas: La imagen es una herramienta diagnóstica principal en la práctica clínica hospitalaria. La dificultad en la anamnesis y en la exploración de la población pediátrica convierten al radiólogo en una pieza clave del proceso asistencial. El aprendizaje de las particularidades del manejo de los niños, de la fisiopatología y de las manifestaciones en imagen de las enfermedades pediátricas es todo un reto para médicos residentes y adjuntos en formación.
Las imágenes no invasivas: radiografías, ecografías, la tomografía computarizada y la resonancia magnética son útiles para diagnosticar y monitorizar diversas afecciones en los niños, desde fracturas hasta enfermedades neurológicas.
Monitorización de signos vitales: Los monitores no invasivos, como los que miden la frecuencia cardíaca, la respiración y la saturación de oxígeno en la sangre, pueden ser utilizados en el hogar o en el hospital para controlar la salud de los niños con enfermedades crónicas o agudas.
Terapia respiratoria: Los niños con problemas respiratorios pueden beneficiarse de dispositivos no invasivos como los nebulizadores y los ventiladores de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP).
Terapia de luz: La fototerapia no invasiva se utiliza para tratar la ictericia neonatal, una afección común en los recién nacidos.
Por su parte, la realidad virtual se ha utilizado en los últimos años como un tratamiento no invasivo para distraer a los pacientes de los estímulos dolorosos que se les puedan estar aplicando y de esta manera disminuir la ansiedad y el dolor del paciente, favoreciendo así el mayor apego a su tratamiento. La realidad virtual, mediante su componente de distracción, genera en el paciente una disminución en la percepción del tiempo transcurrido desde el inicio del tratamiento. De esta manera el paciente presenta una mayor sensación de tranquilidad y relajación.
En términos generales, el uso de tecnología no invasiva en pediatría puede mejorar la experiencia del paciente y la calidad de atención médica al reducir el dolor y la incomodidad asociados con procedimientos invasivos y minimizar el riesgo de complicaciones. Además, puede permitir que los niños sean tratados en el hogar en lugar de en el hospital, lo que puede mejorar la calidad de vida al permitir que los niños estén en un entorno familiar y cómodo.