La determinación del estado de nuestra salud siempre ha sido una cuestión de encontrar la manera de monitorear y medir las funciones más básicas del cuerpo. Antes de la instrumentación, se utilizaban indicadores visuales que nos permitían saber, por ejemplo, la temperatura corporal adecuada, el pulso saludable y la frecuencia respiratoria aceptable.
La forma más simple de un sensor es un transductor, que puede ser tan simple como dos sustancias distintas poniéndose en contacto. El elemento del sensor real se puede fabricar como un pequeño y discreto componente con plomo, o como parte del ensamblaje de una sonda o un electrodo. Pueden ser tan delgados como un cabello y efectivamente pueden generar voltajes por sí mismos.
Los procedimientos médicos continúan avanzando con el desarrollo de nuevas tecnologías y capacidades de fabricación. Estos avances llevaron a la necesidad de más información y datos de los dispositivos que se utilizan durante los procedimientos, con el fin de ayudar a los médicos a obtener resultados más exitosos para los pacientes. Hay varios tipos diferentes de sensores que se pueden integrar en dispositivos médicos para medir entradas críticas como presión, tensión y temperatura. La integración de estos sensores se ha vuelto más desafiante a medida que los dispositivos aumentan en complejidad y disminuyen en tamaño.
Algunos fabricantes, trabajan en ayudar a las empresas que buscan agregar capacidades de sensores a sus dispositivos mediante el diseño, la fabricación y la integración de sensores electromecánicos y de fibra óptica.
Los sensores de fibra óptica se componen de un sensor, un cable de fibra óptica y un acondicionador de señal. El acondicionador de señal envía luz a través del cable de fibra óptica al sensor, que contiene un espejo para reflejar la luz de regreso al acondicionador de señal. El acondicionador de señal mide el cambio de luz del sensor y lo convierte en una medida. Hay muchas aplicaciones en las que un sensor de fibra óptica sería la mejor opción de sensor. Un ejemplo son los sistemas de colocación de catéteres en los que la delgada fibra de vidrio requiere un espacio muy limitado dentro del catéter. La flexibilidad de la fibra resistirá las torceduras mientras atraviesa la anatomía tortuosa dentro del cuerpo. Los sensores de fibra óptica se usan comúnmente para medir la presión y la temperatura en la punta de un catéter.
Ventajas de los sensores de fibra óptica:
- No pasa corriente eléctrica por la fibra.
- Sensor no afectado por radiación de microondas, radiofrecuencias e interferencias electromagnéticas.
- El sensor es pasivo y no afectará a otros componentes.
- Excelente sensibilidad y fiabilidad.
Sensores electromecánicos
Los sensores electromecánicos son circuitos que se pueden usar para medir parámetros específicos como el estrés, la deformación y la temperatura. Una corriente eléctrica pasa a través del circuito y la resistencia del circuito se mide y luego se convierte en la salida de datos deseada. Los sensores electromecánicos pueden contener múltiples sensores por circuito, que pueden medir diferentes entradas simultáneamente. Los sensores también tienen un tamaño pequeño que es ideal para su uso en cirugía mínimamente invasiva. Resonetics cuenta con un equipo de ingeniería que puede diseñar sensores electromecánicos personalizados, integrarlos en un dispositivo y desarrollar protocolos de prueba para garantizar la precisión de la medición.
Ventajas de los sensores electromecánicos
- Pequeña huella de pie.
- Bajo consumo de energía.
- Gran intensidad/fuerza de campo.
- Bajas emisiones electromagnéticas.
- Baja susceptibilidad a los campos de RF.
Con expertos líderes en la industria, procesos de fabricación y diseño a la velocidad de la luz, hoy es posible una innovación ilimitada para aplicaciones de dispositivos médicos únicas y complejas. Las nuevas tecnologías permiten brindar a los clientes soluciones innovadoras y confiables para diversos parámetros de medición en entornos hostiles y aplicaciones desafiantes.