Las arterias son las encargadas de distribuir la sangre que transporta oxígeno y nutrientes, además de retirar productos de desecho del organismo. Sin embargo, debido al estilo de vida, malos hábitos alimenticios, falta de ejercicio o tabaquismo, las arterias pueden enfermarse mediante un proceso llamado aterosclerosis, padecimiento donde cúmulos de grasa o ateromas se depositan en el organismo, dando por resultado la obstrucción del flujo sanguíneo.
Cuando el paciente lo requiere, es llevado a un laboratorio de hemodinamia, que es una rama de la biofísica, utilizada para estudiar todo lo relativo a venas, arterias y mecánica del corazón, mediante la introducción de finos catéteres al brazo o ingle, se inyecta contraste y se observa el estrechamiento de las arterias; esta técnica, permite conocer el estado de los vasos sanguíneos del cuerpo y corazón, es posible visualizar incluso, las arterias del cerebro, piernas y brazos, mostrando una visión espacial, desde diferentes ángulos, que permite determinar si existe o no, algún tipo de patología en el flujo sanguíneo.
La hemodinamia, se utiliza también para diagnosticar enfermedades vasculares cerebrales periféricas, vasculares pulmonares y cardiopatías congénitas. Los nuevos avances tecnológicos permiten la incorporación de un dispositivo en forma de muelle que ayuda a corregir el estrechamiento de las arterias denominado STENT, con medicamento adosado en sus postes metálicos, evitando que la arteria se inflame y vuelva a cerrarse, útil también en el tratamiento de arteriosclerosis, caracterizada por la obstrucción de las arterias coronarias, provocando angina de pecho o infarto de miocardio, se realiza una angioplastia reabriendo una arteria y evitando una cirugía de corazón abierto, ahora se incorpora el uso de un stent medicado. El porcentaje de casos donde la arteria vuelve a cerrarse cuando no se utiliza este dispositivo, es mucho mayor, ya que aunque existen fármacos que evitan la progresión del estrechamiento de los vasos sanguíneos, no siempre son suficientes o se administran de forma tardía. Los stents son dispositivos que “apuntalan” la pared de las arterias y evitan su estrechamiento.
La evolución de los Stents ha permitido que las “armazones” vasculares sean bioabsorbibles, el armazón vascular da soporte y libera medicamento mientras se recupera la fisiología normal, luego el stent es completamente absorbido. Estos avances han permitido la utilización de los stents medicados en pacientes y lesiones con alto riesgo de reestenosis (la acumulación de material tisular dentro del volumen de un vaso coronario, como respuesta natural de la cicatrización), por lo que el uso de un stent bioabsorbible, disminuye riesgos a pacientes con diabetes, síndrome coronario agudo, enfermedad multivaso, lesiones largas y vasos pequeños, y oclusiones crónicas. Hasta hace algunos años, la comunidad médica, se inclinaba por el uso de stents de polímeros permanentes, antes que los biodegradables debido a que los datos estadísticos mostraron mayor incidencia de trombosis del stent en el caso de los segundos, la comunidad médica reaccionó con cautela y la industria médica impulsó el desarrollo de investigación. Hoy, los avances tecnológicos, han permitido que los stents con polímeros biodegradables sean tan seguros como los de polímeros permanentes, reduciendo la aparición de hiperplasia neointimal y la necesidad de reintervenciones.