La sordoceguera es una discapacidad que surge como consecuencia de la combinación en una misma persona de una deficiencia visual y una deficiencia auditiva.
Algunas personas sordociegas no oyen ni ven nada, mientras que otras pueden tener algún resto de visión y/o audición. Genera problemas específicos de comunicación y de acceso a la información y conlleva necesidades especiales. Se trata, por tanto, de una discapacidad diferente, única y con entidad propia.
La sordoceguera puede afectar a todos de diferentes maneras. La medida en que afecta la vida cotidiana del paciente depende de muchas cosas, incluida la naturaleza de la pérdida de visión y audición; qué le ha hecho volverse sordociego; otras condiciones médicas y también la propia actitud del paciente, personalidad e historia de vida.
El vivir con sordoceguera no necesariamente implica que el paciente se vuelva dependiente, algunas personas viven con ello haciendo uso de tecnología bien planificada. Otros necesitarán más apoyo, como un guía comunicador o un trabajador de asistencia, para ayudarlos con sus tareas diarias. Para otros, los cambios simples en la forma en que sus amigos y familiares se comportan y se comunican pueden marcar una gran diferencia para ellos.
Algunos dispositivos médicos utilizados para mejorar la calidad de vida de los pacientes con sordoceguera son:
Dispositivos de alerta: Funcionan para una persona con dificultades visuales y auditivas, ya que les permite saber lo que está sucediendo en el hogar. Por ejemplo, una persona que llama en la puerta, alarma de humo activada o reloj despertador, teléfono sonando, etc.
Dispositivos de escucha: Mejorar la comunicación mediante el uso de dispositivos de ayuda auditiva, benefician a las personas que tienen pérdida sensorial dual, proporcionando una mayor amplificación y claridad. Escuchar la televisión o el equipo de audio también se puede mejorar con el uso de otros tipos de dispositivos de ayuda auditiva, según el tipo y el nivel de pérdida auditiva.
Dispositivos de escucha personal: Las personas con problemas de audición pueden beneficiarse de un dispositivo de escucha personal (o amplificador personal) para mejorar la comunicación en conversaciones uno a uno.
Sistemas de bucle: La mayoría de los audífonos e implantes cocleares están equipados con un interruptor “T” (la “T” significa bobina telefónica). Es posible que un audiólogo deba programar los audífonos digitales y los implantes cocleares para que se activen y se utilicen con la bobina telefónica.
Comunicador sordociego: Para las personas que pueden leer Braille, el uso de la tecnología puede ser una opción para aumentar las oportunidades de comunicación.