La demanda de salud en la población mundial ha experimentado un incremento significativo en las últimas décadas debido al envejecimiento de la población y aumento de la esperanza de vida de las personas.
Los adultos mayores tienden a requerir más atención médica por el riesgo de padecer enfermedades crónicas y condiciones relacionadas con la edad.
Por otro lado, los cambios en los estilos de vida han dado lugar a un aumento de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Diversos factores como la falta de actividad física, la alimentación poco saludable, el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol contribuyen al aumento de estas enfermedades. Esto ha generado una mayor demanda de servicios de salud para el diagnóstico, tratamiento y manejo de estas afecciones.
La globalización ha llevado a un aumento en los viajes internacionales y el intercambio de personas y bienes a nivel mundial. Esto ha facilitado la propagación de enfermedades infecciosas, como el COVID-19, y ha generado la necesidad de una respuesta global coordinada para abordar estos brotes. La demanda de servicios de salud también se ha incrementado en relación con la atención médica de viajeros y la prevención de enfermedades transmitidas a través de fronteras.
Aunque la perspectiva de crecimiento para el equipo médico es optimista, es necesario que los fabricantes hagan frente a las nuevas competencias por venir, para generar una cadena de valor en evolución, innovación, producción y costos entre otros retos que eviten que las compañías ofrezcan productos sin verdadero valor añadido.
El mercado es amplio, sin embargo, se requiere una perspectiva global para reinventarse, reconfigurar y posicionarse ante cada situación social, económica e industrial global. La prevención, es un deber y la inteligencia una ventaja competitiva.
Los días de simplemente fabricar un dispositivo y venderlo a proveedores de atención médica a través de distribuidores se han desvanecido hace mucho tiempo.
Es necesario reinventar los modelos comerciales y operativos tradicionales brindando servicios más allá del dispositivo e invirtiendo en tecnología habilitadora, con el fin de posicionarse para el panorama competitivo futuro, y adaptarse a los desafíos presentados por los nuevos participantes, las nuevas tecnologías y los nuevos mercados.
Es imperativo conectarse directamente con pacientes y consumidores, integrándose verticalmente y/o transformándose en «ventanillas únicas» para la atención.
La industria de dispositivos médicos prevé un crecimiento de casi 800,000 millones de dólares en 2030. Sin embargo una población que crece, provoca que los gobiernos se encuentren ampliamente interesados en disminuir los costos de la atención médica con el fin de cubrir a la mayoría de la población, lo que representa una oportunidad para las economías emergentes como India o China.