La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como un “estado de completo bienestar físico, mental y social”. Desde la gestión emocional en el día a día, hasta los trastornos mentales, neurológicos o del neurodesarrollo, la salud mental es indispensable para nuestro bienestar, y sin embargo es una de las grandes olvidadas. Esto se ha puesto muy de manifiesto durante la actual pandemia por COVID-19, donde ya hay estudios que señalan que la salud mental de la población mundial se ha visto empeorada debido al confinamiento, las restricciones, o el aislamiento.

La salud mental representa desde hace tiempo una cuenta pendiente para la salud pública de muchos países del mundo, y ha quedado siempre relegada frente a otros padecimientos que las políticas públicas consideran prioritarios. Los recursos invertidos en salud mental suelen ser pocos e insuficientes. En las Américas, en promedio sólo 1,53% del gasto total en salud está destinado a salud mental.

El eje de la atención de la salud mental en México sigue siendo el hospital psiquiátrico, a pesar de que las últimas políticas y acciones mundiales de salud mental ubican a la atención primaria como el punto desde donde articular la atención de la salud mental comunitaria.

En México, la atención de los trastornos mentales no está del todo integrada en el sistema nacional de salud y hace falta un mecanismo adecuado de detección y tratamiento en los primeros niveles, así como un efectivo sistema de referencia. Otro aspecto de suma importancia es la constatación de los escasos servicios orientados a la atención de niños y adolescentes, lo que resulta muy preocupante puesto que es precisamente durante las primeras décadas de la vida cuando comienzan la mayoría de los trastornos psiquiátricos.

Por lo anterior, al igual que con la salud física, las nuevas tecnologías pueden jugar un papel muy importante en el cuidado de nuestro bienestar y salud mental. A través de la tecnología se trabaja en el área de salud mental para avanzar la investigación en la detección temprana de trastornos, mejorar la personalización de las intervenciones y ofrecer apoyo a un mayor porcentaje de la población. Se trata de sistemas que puedan utilizarse en otros entornos que no sean la consulta o el centro médico, como por ejemplo el hogar o el trabajo.

En los últimos años, hemos visto muchos avances en el área de la salud, gracias a la Inteligencia Artificial y a la aparición de nuevos dispositivos como wearables, sensores IoT, gafas de realidad virtual y aumentada entre otros, y se ha visto un gran incremento en el número de estudios y desarrollos de sistemas tecnológicos que faciliten la labor del profesional y que aporten una medicina más personalizada y ubicua al paciente.

  1. Dispositivos IoT para la salud mental, donde se analizan sensores y dispositivos con potencial para poder capturar información de las interacciones y el comportamiento de la persona con el sistema, por ejemplo, wearables, sensores de profundidad.
  2. Investigar y analizar potenciales biomarcadores digitales detectables a través de los mismos, es decir, ver si mediante los datos o comportamientos extraídos podemos cuantificar la evolución o respuesta de la persona para la problemática definida.

La investigación en nuevas tecnologías para la mejora del bienestar es un área con numerosas posibilidades, y resulta evidente que la salud mental debe pasar a ocupar un lugar importante a la hora de cuidarnos. Las nuevas tecnología médicas pueden aportar conocimiento y arrojar un poco más de luz acerca del papel que juegan las interfaces avanzadas de usuario y la interacción con los sistemas tecnológicos en esta área.

Es indispensable diseñar estos sistemas teniendo en cuenta las necesidades y problemas reales de los pacientes, familias y profesionales. Será importante tener en mente que los sistemas tecnológicos que se desarrollen deben ofrecer al usuario comodidad, motivación y flexibilidad. De este modo, se busca tener interfaces fáciles de usar, lograr una mayor implicación por parte del paciente y facilitar que el sistema se adapte mejor a sus necesidades.

Fuentes:

Scielo.
Evaluación del sistema de salud mental en México: ¿hacia dónde encaminar la atención?.

Mental Health Technologies.
Mental Health.

Investigate to Innovate.
Bienestar y salud mental. Puede la tecnología ayudarnos a mejorarlas?.