La tecnología médica ha tenido un importante avance en los últimos años, la pandemia por Covid-19, ha puesto en evidencia la necesidad de otorgar atención en salud a distancia de manera segura y confiable.
Hoy, nadie duda del rumbo de la tecnología médica digital, sin embargo, será necesario realizar cambios importantes en tiempos cortos, porque el mundo ya cambió y el paciente ha cambiado con él, adoptando nuevos hábitos de consumo. El uso de dispositivos médicos se vuelve parte de la cotidianeidad, desde casa.
La tecnología digital permite reducir costos, es cómoda y los protocolos establecidos por las instituciones de sanidad correspondientes, se han incrementado con el tiempo para volverla confiable, precisa y oportuna, a fin de responder a las necesidades que la actualidad exige y garantizar la prestación de servicios de salud que la población que requiere. La automatización de los servicios médicos y monitoreo del paciente, supone un ahorro de entre 1.5 y 3 trillones de dólares para el 2030, gracias al uso de la inteligencia artificial, big data, interconexión y nuevas tecnologías médicas.
Las consultas a distancia, impensables hasta hace unos años, han incrementado a raíz del inicio de la pandemia, bien sea porque las unidades de salud se encuentran atendiendo la emergencia, por la disminución de servicios médicos y las restricciones de movilidad impuestas por los gobiernos o porque el paciente, ha encontrado una manera cómoda que le permite organizar sus actividades de manera más personalizada. La telemedicina continúa con una tendencia de crecimiento positiva y el sector médico ha puesto grandes esfuerzos en adoptar nuevas tecnologías que le permitan responder al cambio.
La madurez de la industria médica respecto a los medios digitales se ha ido alcanzando mediante la implementación de nuevos equipos, pero también realizando cambios de logística, capacitación y adopción de nuevos procedimientos. Todos sabíamos que el cambio digital era inminente, pero nadie lo previó tan repentino e incluso obligatorio, debido a los confinamientos y restricciones de movilidad y aunque eventualmente logre controlarse la pandemia, la sociedad entera ha descubierto una nueva manera de relacionarse y adquirir productos y servicios.
Si bien existe una oportunidad real para que las empresas de tecnología médica impulsen nuevas fuentes de crecimiento y mejoren la atención al paciente a través de soluciones digitales, aún hay mucho camino por recorrer. A su vez, los grandes actores de la tecnología y las empresas emergentes más pequeñas ven la oportunidad en el mercado, y es probable que los pioneros estén entre los que mejor pueden dar forma a la industria y capturar valor.
Cambiar la magnitud prevista por los líderes de tecnología médica requerirá movimientos audaces. Los simples ajustes en la forma en que opera una empresa no generarán un valor significativo. Por lo tanto, las empresas deben tener claro en qué medida la tecnología digital transformará sus negocios y la forma en que atienden a los pacientes. Deberán establecer objetivos comerciales ambiciosos e indicadores clave de rendimiento (KPI) en consecuencia y será necesario tener claro cómo alcanzarán estos objetivos.
La salud digital abre nuevas oportunidades para las empresas de tecnología médica a lo largo de toda la ruta del paciente, desde la prevención primaria, el diagnóstico, hasta el tratamiento y la gestión posterior de una afección. La captura de tales oportunidades depende de comprender dónde se encuentran los puntos débiles para satisfacer las necesidades de los pacientes, médicos, proveedores e instituciones de salud, todo lo anterior sin dejar de lado la ciberseguridad.