Un reciente estudio publicado en JAMA Network Open ha demostrado el impacto positivo de la integración de dispositivos wearables en la rehabilitación de pacientes tras cirugías de cáncer de pulmón. En él se evaluaron los efectos de un programa de ejercicio personalizado basado en el uso de un dispositivo wearable para promover la actividad física postoperatoria.

El cáncer de pulmón, específicamente el cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC, por sus siglas en inglés), sigue siendo una de las principales causas de mortalidad a nivel global. Aunque las tasas de supervivencia en las primeras etapas del NSCLC son alentadoras tras resección quirúrgica curativa, los pacientes suelen experimentar una reducción significativa en su función pulmonar y en su capacidad física durante el período postoperatorio inmediato. Estas secuelas limitan su capacidad para participar en actividades cotidianas y afectan su calidad de vida.

En un esfuerzo por mejorar la rehabilitación física y la calidad de vida de estos pacientes, un equipo de investigadores implementó un programa de ejercicio supervisado remotamente, monitorizado a través de un dispositivo wearable. Este dispositivo permitía medir el conteo diario de pasos, la intensidad de la actividad física y el tiempo dedicado a la actividad física de intensidad moderada a vigorosa (MVPA).

El estudio incluyó a 74 pacientes que utilizaron los dispositivos wearables y 120 pacientes en el grupo de control, quienes recibieron atención estándar. Los resultados fueron notables: los pacientes en el grupo de intervención lograron una mejora significativa en su actividad física, con un aumento promedio de 2,220 pasos diarios a los seis meses tras la cirugía, en comparación con el grupo de control. Además, los pacientes en el grupo de intervención registraron el doble de tiempo dedicado a la actividad física vigorosa en comparación con los controles.

Otro hallazgo clave fue la mejora en los síntomas reportados por los pacientes. Aquellos que utilizaron los dispositivos wearables experimentaron menos disnea (dificultad para respirar) y menos dolor a las dos semanas y seis meses después de la cirugía, lo que sugiere que la actividad física monitorizada contribuyó a una recuperación más rápida y efectiva.

La capacidad de monitorear y ajustar los programas de ejercicio en función de datos objetivos permite a los médicos ofrecer un seguimiento más cercano y efectivo, incluso cuando los pacientes están en casa.

Los resultados positivos de esta investigación abren la puerta a la implementación de dispositivos wearables en programas de rehabilitación para diversas afecciones médicas, con la finalidad principal de mejorar los resultados de salud a través de tecnologías en constante actualización.

Por: Cipactli Vargas

Fuentes:

JAMA Network Open
Wearable Device–Based Intervention for Promoting Patient Physical Activity After Lung Cancer Surgery: A Nonrandomized Clinical Trial