La manera en la que se ofrecen servicios de salud a la población mundial, ha cambiado gracias a la incorporación de nuevas tecnologías, principalmente, aquéllas orientadas a la atención en casa, pues la mayoría de los hospitales, personal médico y unidades de salud, se encuentran ocupados atendiendo a la pandemia ocasionada por COVID-19.
Son los pacientes quienes gracias a los nuevos dispositivos médicos, pueden realizar monitoreos en casa, muchos de los equipos son de uso fácil y de bajo costo, por lo que contribuyen a enriquecer el diagnóstico de enfermedades y monitoreo de salud.
La enfermedad renal crónica se ha descrito como la enfermedad crónica más olvidada; sin embargo, representa un grave problema de salud pública, no solo en México, sino en el mundo. Al ser un trastorno de origen multifactorial y estar fuertemente asociado a las enfermedades crónicas de mayor prevalencia en nuestra población (diabetes e hipertensión), su impacto en la salud pública se refleja en la alta demanda de recursos humanitarios, económicos y de infraestructura que su tratamiento requiere.
Este padecimiento tiene un impacto indirecto en la morbilidad y mortalidad global al aumentar el riesgo de padecer otras cinco patologías importantes: enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión, infección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y malaria.
Uno de los principales problemas, al igual que en otras enfermedades crónicas no transmisibles, es su diagnóstico tardío debido a la ausencia de síntomas en las etapas tempranas.
Poco a poco las nuevas tecnologías se incorporan a los hogares de las personas, tal es el caso de la NHSX (Unidad del Gobierno del Reino Unido con la responsabilidad de establecer la política nacional y desarrollar las mejores prácticas para la tecnología, digital y de datos del Servicio Nacional de Salud, incluido el intercambio de datos y la transparencia), que ha admitido kits de pruebas caseras para enfermedades renales desarrolladas por Healthy io, ofreciendo a 500.000 pacientes, kits de pruebas en el hogar respaldados por tecnología durante los próximos 3 años.
Los pacientes que participan reciben el kit y una aplicación para teléfonos inteligentes que les permite probar, escanear y transmitir sus resultados a su médico de cabecera en cuestión de minutos, sin salir de casa.
Esta tecnología prácticamente convierte las cámaras de los teléfonos inteligentes de los pacientes en dispositivos médicos, analizando imágenes de prueba y produciendo resultados independientemente de las condiciones de iluminación, el entorno o el tipo de cámara.
Así, las personas en el hogar pueden realizarse pruebas y acudir al médico de manera oportuna y sólo en caso de ser necesario.
Esta innovación es un paso adelante para hacer que la atención médica de alta calidad sea más accesible, en algunos casos sin dejar la comodidad del hogar y sin duda, la cultura de la prevención de la mano de dispositivos médicos y la incorporación de tecnología médica, salvará vidas y permitirá obtener diagnósticos oportunos que ofrezcan mejor calidad y esperanza de vida para la población mundial.