En México, al igual que en otras partes del mundo, hay millones de personas que han perdido alguna extremidad. Factores como el envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades como la diabetes, que pueden agravar la falta de vascularidad, hacen prever que este número crecerá en el futuro.
Las prótesis han sido una solución para mejorar la calidad de vida de estas personas, proporcionando movimiento e independencia. Aunque en sus inicios era incómodo usar prótesis, con el tiempo, estos dispositivos han evolucionado, permitiendo a las personas reintegrarse a la sociedad, volver a trabajar y sentirse cómodos en su vida diaria.
Los historiadores aún debaten si las primeras prótesis eran funcionales o meramente estéticas. Las más antiguas conocidas son dos dedos de los pies provenientes del antiguo Egipto. Uno de ellos, el “dedo del pie de Greville Chester”, se cree que era una prótesis cosmética. Sin embargo, el “dedo del pie de El Cairo”, hecho de madera y cuero, se considera la extremidad artificial más antigua de uso práctico.
Con el tiempo, las prótesis se fueron adaptando a las necesidades de la sociedad. Por ejemplo, en la antigua Roma, un noble utilizó una prótesis llamada la “pierna de Capua”, hecha de bronce y madera. Durante las guerras, los soldados que perdían extremidades usaban prótesis rudimentarias hechas de madera o hierro. Estas extremidades artificiales evolucionaron con el tiempo, incorporando materiales y mecanismos más avanzados.
Hoy en día, las prótesis han evolucionado enormemente. Se fabrican con materiales más ligeros y duraderos como plástico, aluminio, titanio y silicona. Además, con la incorporación de tecnologías como la robótica, la impresión 3D, la inteligencia artificial y la realidad virtual, las prótesis se están volviendo más funcionales y adaptadas a las necesidades de los usuarios.
En particular, la combinación de electrodos e inteligencia artificial, como se menciona en el estudio «A regenerative peripheral nerve interface allows real-time control of an artificial hand in upper limb amputees», permite traducir las señales eléctricas en movimientos precisos, ofreciendo un control más intuitivo y eficiente de las prótesis y destacando el potencial de las RPNIs (Regenerative Peripheral Nerve Interfaces) para mejorar el control de las prótesis en personas con pérdida de extremidades superiores. Las RPNIs amplifican las señales eferentes del nervio para proporcionar relaciones señal-ruido (SNR) favorables para el control de alta fidelidad de las funciones de la mano, tanto extrínsecas como intrínsecas. Estas señales amplificadas son esenciales para traducir las intenciones del usuario en movimientos precisos de la prótesis.
En resumen, la historia de las prótesis es una muestra de cómo la humanidad ha buscado soluciones a los desafíos que enfrenta. Avances como la adición de electrodos a implantes de masa muscular para controlar prótesis robóticas a través de algoritmos de Inteligencia Artificial que traducen las señales eléctricas a movimiento, representan un paso más en la evolución de las prótesis hacia la creación de unas más naturales y funcionales, que no solo mejoran la movilidad sino también la calidad de vida de quienes las usan.
Por: Cipactli Vargas
Fuentes:
Roche
Un “amplificador” de nervios permitirá el control de prótesis robóticas
NIH Medline Plus Revista
Las prótesis a través del tiempo
Science Transnational Medicine
A regenerative peripheral nerve interface allows real-time control of an artificial hand in upper limb amputees