Píldora digital: salud versus privacidad.

Tomar una píldora, ha dejado de ser el acto cotidiano de ingerirla y ya. Gracias a los nuevos avances tecnológicos como nanotecnología, dispositivos portátiles, confiables, ligeros, y seguros, vivimos una revolución de innovación médica como nunca antes en la historia. El acto de ingerir una píldora, también ha cambiado.

El paciente toma la píldora incluida en su paquete de medicamentos inteligente, avisa a su médico de cabecera y lo ingiere con un vaso de agua. A partir de entonces, la píldora transmite un video en tiempo real mientras baja por el esófago y llega al estómago. El médico de cabecera estará monitoreando simultáneamente las imágenes, evaluando la progresión de, por ejemplo, una úlcera. Luego el paciente recibe una consulta por medio de una videollamada con su médico de cabecera, quien le asegura que la úlcera se está curando. También señala que la píldora digital contiene su medicamento personalizado impreso en 3D y se activará lentamente con la actividad de su estómago. Antes de irse, le recuerda que siga el plan de tratamiento prescrito para obtener el mejor resultado. Es un buen recordatorio de que controlará su adherencia a través del sensor de seguimiento de la píldora. El teléfono móvil ayudará al paciente a controlar y monitorear los cambios que ocurren con sus signos vitales.

Este procedimiento de tratamiento pronto será una realidad. La impresión en 3D de varios medicamentos en una sola pastilla, conocida como policomprimido, ya es una posibilidad. PillCam desarrolla cápsulas ingeribles equipadas con sistemas de cámara para visualizar el tracto digestivo. En cuanto a las píldoras digitales rastreables, Proteus Digital Health fue pionera en ellas.

Con los datos recopilados, se pueden obtener mejores conocimientos sobre las condiciones de los pacientes. Esto permitirá a los fabricantes y médicos optimizar los planes de tratamiento para pacientes individuales. Sin embargo, tal seguimiento y recopilación de datos presentará una pesadilla de privacidad adicional que debe abordarse en paralelo al desarrollo de la tecnología.

Lo cierto es que la tecnología detrás de las píldoras digitales no es totalmente nueva. En realidad cuando hablamos de “digital”, el término se refiere a medicamentos ingeribles con circuitos electrónicos integrados en lugar de aplicaciones de registro de teléfonos inteligentes. La primera instancia de un dispositivo médico electrónico ingerible se remonta a 1957, que utilizaba radiofrecuencia para transmitir lecturas de temperatura y presión. Luego vino la cápsula endoscópica y luego la píldora de monitoreo.

Las nuevas píldoras digitales contienen fármacos que permiten al médico controlar la adherencia a los medicamentos. Este es un cambio de juego para los pacientes con afecciones graves como esquizofrenia y depresión severa, ya que omitir un medicamento puede tener consecuencias graves. Además, solo alrededor del 25-50% de los pacientes toman correctamente sus medicamentos en todo el mundo. El cumplimiento deficiente del tratamiento genera entre $ 100 mil millones y $ 300 mil millones en costos de atención médica y conduce a unas 125,000 muertes anuales en los EE. UU.; todos estos prevenibles.

Sin embargo, hay algunas reservas respecto al último aspecto mencionado relacionado a la adherencia y monitoreo, ya que el tener un sensor las 24 horas del día, los 7 días de la semana que rastrea cuándo y si tomas una pastilla se siente intrusivo, hablamos de vigilancia. Es importante considerar qué pasaría si se prescribe un tratamiento de este tipo a los pacientes esquizofrénicos que tienen la tendencia a pensar que se les hace un seguimiento o seguimiento constante; probablemente no sea la forma más ideal de hacer que se adhieran a sus medicamentos, sin contar que este tipo de medicamentos es considerablemente más caro comparado con la ingesta normal. ¿Qué pasa con la autonomía del paciente en todo eso? ¿Deberíamos someternos a un dispositivo de rastreo disfrazado de temporizador? Los avances en tecnología son impresionantes, pero de ninguna manera puede dejarse de lado la privacidad y el uso de datos de la población en general.