La oxigenoterapia es una medida terapéutica que consiste en la administración de aire enriquecido de oxígeno, con la intención de tratar o prevenir los síntomas y las manifestaciones de la hipoxia.

Considerado como un medicamento, la prescripción de oxígeno suplementario con fines terapéuticos debe encontrarse suficientemente fundamentada y el suministro debe ser de forma correcta y segura.

La hipoxia se define como la disminución de la disponibilidad de oxígeno en los tejidos. Puede existir hipoxia sin que necesariamente exista hipoxemia.

El conocimiento por parte de los profesionales sanitarios del uso, indicaciones y del funcionamiento de los sistemas de alto y bajo flujo son esenciales para el buen funcionamiento de los centros de atención especializada.

Por su parte, el oxímetro de pulso, es el dispositivo médico que indica la saturación de oxígeno en la sangre, incluso antes de que el paciente muestre síntomas de falta de aire. Cuando el oxímetro indica una saturación por debajo del 90% existe hipoxemia y se requiere administrar un soporte de oxígeno.

La oxigenoterapia se recomienda si el pulmón no cumple sus funciones respiratorias (ventilación, oxigenación y transporte de gases), también si la sangre no tiene la presión de oxígeno arterial que requiere o ante un paciente con sospecha de hipoxia y no se justifica esperar la determinación de gases arteriales para tomar la decisión de iniciar el suministro de oxígeno como primer estrategia de tratamiento. La cianosis central (labios lengua y mucosas) es un signo que se presenta cuando la saturación de hemoglobina es menor al 85%, aun cuando esta mejore o desaparezca como consecuencia de la oxigenoterapia, es deseable evaluar la respuesta de manera integral con la evolución global del paciente al tratamiento, así como con oximetría de pulso y gasometría, después de lo cual se determinarán la o las causas de hipoxia y se establecerán las estrategias más convenientes.

Los pacientes con problemas respiratorios como EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), fibrosis pulmonar, neumonía y enfermedades neuromusculares recurren frecuentemente al uso de tanques de oxígeno como una herramienta en su proceso respiratorio. Afortunadamente, el avance tecnológico ha permitido el desarrollo del concentrador de oxígeno, un dispositivo que convierte el aire regular en oxígeno concentrado. Esta herramienta le brinda a los pacientes una solución más práctica, segura y económica.

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Oxigenoterapia,concepto y sistemas de alto y bajo flujo.