La bursitis es la inflamación de un pequeño saco lleno de líquido, llamado bursa, cuya función consiste en proteger al hueso de otras partes móviles como tendones, músculos y piel además de amortiguarlos cuando se mueven unos contra otros. Cuando esos sacos se irritan o inflaman, se denomina bursitis.

Existen diversos factores que pueden desencadenar esta patología, entre los que destacan:

  • Movimientos repetitivos;
  • Actividades diarias cotidianas como cortar el césped, uso constante de teclado y mouse;
  • Períodos prolongados de presión en un área (como cuando la actividad exige que una persona permanezca de rodillas por tiempos largos)
  • Vejez;
  • Lesión repentina como un golpe.

Existen diferentes grados de afectación, en un estado avanzado, el dolor localizado, puede ser muy intenso, el área se enrojece y le da fiebre. El médico puede drenar el líquido con una aguja para aspirar y analizarlo por infección, en tal caso se recetan antibióticos. Puede que necesite radiografías, una resonancia magnética o una ecografía.

Suele recomendarse un descanso para reducir el dolor y la inflamación del saco, evitar cualquier actividad que puede ocasionar presión y hielo durante unos 10 o 15 minutos por 3 días. Se recomienda evitar fumar, pues el tabaco provoca que los tejidos sanen en un tiempo mayor.

Por lo anterior, se ha desarrollado un nuevo tratamiento de ondas sonoras extracorpóreas, una forma inteligente de tratar lesiones de tejidos blandos sin un tratamiento intervencionista directo. Se utiliza comúnmente para el tratamiento de trastornos óseos y de tejidos blandos alrededor de la cadera, la rodilla, el hombro, el codo y el pie.

La terapia con ondas de choque son ondas acústicas presentes en situaciones diarias. Es un método que se emplea en la actualidad para tratar incluso, la bursitis trocantérica (en la parte externa de la cadera).

Una onda de sonido provoca un aumento en el flujo sanguíneo y la actividad metabólica alrededor del sitio de la lesión y estimula el proceso de autocuración natural del cuerpo. Las ondas de choque rompen el tejido lesionado y las calcificaciones del área.

La degradación del tejido cicatricial es la clave de por qué la terapia de ondas de choque es tan eficaz. A diferencia del tejido elástico normal, el tejido cicatricial no es elástico e impedirá el movimiento y la función normales. El tejido cicatricial debilita el tejido no afectado que lo rodea, lo que a menudo causa más daño y dolor. Al aumentar la circulación y descomponer el tejido cicatricial, la terapia de ondas de choque estimulará la regeneración celular, promoverá la curación normal y la rápida reducción del dolor. Entonces se puede restaurar el funcionamiento normal.

Este tratamiento no invasivo, no requiere anestesia, tampoco medicación y basta con una terapia de 15 minutos por sesión y se reporta una mejoría después de 8 semanas de tratamiento. El paciente podrá recuperar movilidad, pero durante el tratamiento puede ocurrir una inflamación en el área y no puede ingerir ibuprofeno, sin embargo, se notarán mejoras significativas a partir de la semana número 12.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

Craig Loucks MD.
Shockwave therapy.

Michigan Medicine.
Bursitis.

Intermountain healthcare.
Bursitis.

The foot and ankle clinic.
Shockwave therapy for hip pain.