Estamos sumergidos en el crecimiento de una revolución tecnológica sin precedentes, la conectividad impulsada por el uso de teléfonos inteligentes, ha hecho posible que las sociedades y sus integrantes vivan el uso de la tecnología como si ésta, hubiera formado parte de nuestras vidas desde el inicio de los tiempos.

Inteligencia artificial, aplicaciones para determinar estado de salud, medidores de presión, alarmas, alertas, citas médicas, recordatorios y la incorporación de la conectividad a los objetos de uso cotidiano, han vuelto casi natural, la adquisición de equipos cada vez más sofisticados que por tener tecnología incluída, generan pocas dudas de confiabilidad por parte de los usuarios. El ser humano confía tanto en la inteligencia artificial y la manera en la que se generan datos de información, que pocas veces nos detenemos a pensar en la seguridad de los datos que proporcionamos al dar de alta una nueva aplicación o al personalizar un dispositivo, y es en este rubro, donde el sector de dispositivos médicos y los fabricantes, deben garantizar la seguridad de la información de los usuarios obtenida a través de medios digitales.

Las instituciones de regulación sanitaria trabajan arduamente en el endurecimiento de leyes y normas que garanticen seguridad informática y de uso de dispositivos médicos. Las nuevas tecnologías y los avances en la atención médica están cambiando el mercado de dispositivos médicos, creando oportunidades para los fabricantes pero también presentando grandes desafíos. Se ha revolucionado la forma en que se pueden utilizar los datos en tiempo real para optimizar la producción.

Se trata de una meta ambiciosa que implica voluntad por parte de los fabricantes, con el fin de aumentar la eficiencia de la producción y mejorar la capacidad del proceso. En lugar de viajar linealmente a través de una línea de producción, esperando que se elimine cualquier cuello de botella, los materiales y productos inteligentes pueden negociar la ruta más eficiente para obtener los servicios que necesitan:

  • Mejorar la capacidad de todos los empleados de la organización para buscar, encontrar, consolidar y analizar contenido rápidamente.
  • Reemplazo de procesos manuales.
  • Capacidades de aprendizaje automático para refinar y enriquecer el contenido entrante.
  • Aumentar la eficiencia de producción, mejorar la calidad, facilitar el cumplimiento y satisfacer las demandas de dispositivos médicos.

Contar con la información necesaria a tiempo y disponible de inmediato reduce la posibilidad de errores, especialmente en las operaciones de configuración y mantenimiento.

Con la nueva era tecnológica en la producción de dispositivos médicos, se vislumbra un horizonte muy optimista para el sector. Los nuevos sistemas implican supervisión, control, orientación y optimización de los procesos de fabricación a niveles que antes, no habríamos imaginado. La inteligencia y capacidad para analizar grandes cantidades de datos en tiempo real significa que se puede responder rápidamente a cambios dinámicos en los procesos y ayudar a optimizar el uso de materiales, máquinas y recursos humanos.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

Medtech innovation.
How manufacturing execution systems can improve process capacity.