La neuromodulación sacra (SNM) se realiza porque millones de personas se ven afectadas por la vejiga hiperactiva y son refractarias a las modificaciones de comportamiento o la farmacoterapia.
La neuromodulación sacra (SNM) es una terapia avanzada segura, eficaz y mínimamente invasiva indicada para tratar la incontinencia urinaria, la retención urinaria, la urgencia, la polaquiuria y la incontinencia fecal, también está indicado para el estreñimiento crónico.
La terapia de neuromodulación sacra fue desarrollada en 1982 por Tanagho y Schmidt, y obtuvo la aprobación de la FDA en 1997. Hasta la fecha, se han tratado más de 300 000 pacientes con implantes de neuromodulación sacra en todo el mundo.
Aunque el mecanismo de acción de la neuromodulación sacra no se comprende completamente, la terapia parece modular los reflejos de la médula espinal y la participación del cerebro a través de la señalización aferente en lugar de la estimulación motora directa del detrusor o el esfínter uretral. La teoría más ampliamente aceptada sugiere que SNM bloquea o interfiere con la entrada aferente a la médula espinal sacra, lo que inhibe la hiperactividad del detrusor y produce un alivio clínico de la frecuencia y urgencia urinaria.
Se trata de un dispositivo implantable que estimula los nervios sacros con pulsos eléctricos leves ubicados cerca del coxis. La neuromodulación puede ofrecer varios beneficios que incluyen la libertad para vivir sin preocuparse por pérdidas ni micciones frecuentes. Los efectos secundarios pueden ser dolor, irritación de la piel, infección, problemas con el dispositivo y movimiento del cable. Estas patologías generalmente pueden resolverse consultando al médico.
Este problema de comunicación puede derivar en síntomas de retención urinaria. Al estimular los nervios sacros con impulsos eléctricos leves, la neuromodulación ayuda al cerebro y a los nervios a comunicarse de modo que la vejiga pueda funcionar correctamente.
La neuromodulación es un tratamiento reversible que puede suspenderse en cualquier momento al apagar o sacar el dispositivo, con el uso, los pacientes gozan de una mejor calidad de vida y libertad para vivir sin preocuparse por pérdidas ni micciones frecuentes.