Un grupo de físicos construyó recientemente el motor más pequeño jamás creado a partir de un solo átomo. Al igual que cualquier otro motor, convierte la energía térmica en movimiento. El mundo de la nanomedicina podría verse beneficiado gracias a éste avance tecnológico, pues pequeños robots serían los encargados de liberar medicamentos específicos o incluso, combatir enfermedades como el cáncer.
La nanotecnología, aunado a los dispositivos médicos, ofrecen una multitud de posibilidades que favorecen la labor médica, mejora la salud y calidad de vida de los pacientes.
La nanotecnología permite la creación de órganos artificiales, con la importancia que esto tiene, en la salud de las personas. Con este tipo de innovaciones tecnológicas se consigue manipular estructuras y propiedades a nanoescala: manejar células, virus o incluso piezas de ADN. Para ello, se utilizan robots y herramientas de tamaño microscópico que permiten reconfigurar el organismo. Es un área de investigación en expansión por su enorme potencial, sin embargo, precisa de un buen desarrollo tanto a nivel de infraestructuras como electrónico. En medicina va a conseguir revolucionar el suministro de medicamentos, la terapia génica o los diagnósticos.
El camino aún es largo, pero éste es un gran avance, pues resulta complejo construir maquinaria nanotecnológica con las herramientas convencionales. El motor de un auto convencional, funciona siguiendo las leyes de newton y el mundo está bastante familiarizado con ellos, pero un motor nanotecnológico, sigue leyes de física cuántica, es necesario manipular átomos y moléculas de manera que se usen como bloques de construcción para nanomáquinas.
En Singapur, un grupo de científicos, se dió a la tarea de construir un motor simple, pero en tamaño nano, hecho de grafeno. El grafeno es una hoja bidimensional de átomos de carbono que tiene una resistencia mecánica excepcional. El motor, podría utilizarse para alimentar a pequeños nanorobots y atacar células cancerosas o podría utilizarse en el llamado «laboratorio en un chip», un dispositivo que reduce las funciones de un laboratorio de química en un paquete diminuto que puede usarse para análisis de sangre rápidos, entre otras cosas.
La nanotecnología se puede utilizar para crear un motor a partir de una sola molécula, que puede girar sin ningún tipo de fricción. Los rotores normales interactúan con el aire de acuerdo con las leyes de Newton a medida que giran y experimentan fricción. Pero, a nanoescala, los rotores moleculares siguen la ley cuántica, lo que significa que no interactúan con el aire de la misma manera, por lo que la fricción no afecta su rendimiento.
La naturaleza ya nos ha demostrado que los motores moleculares son posibles. Ciertas proteínas pueden viajar a lo largo de una superficie mediante un mecanismo de rotación que crea movimiento a partir de la energía química. Estas proteínas motoras son las que hacen que las células se contraigan y, por lo tanto, son responsables de nuestros movimientos musculares.
Se trata de una nueva forma de transportar medicamentos, guiados por una fuente de luz o calor; una vez en el cuerpo y en la zona necesaria, entregan los medicamentos. Esta tecnología también se utiliza en los exámenes de imágenes diagnósticas.