Los microimplantes en los órganos constituyen una realidad inminente, nuevos y sosfisticados dispositivos médicos de este tipo, ven la luz en un mercado que crece de manera sostenida en México. Su función consiste en regular el funcionamiento de los órganos. Actualmente, ya se colocan implantes cerebrales en cirugías de alta dificultad.
Desde que el primer marcapasos fue implantado en Alemania en 1958 y funcionó correctamente en el cuerpo humano, se incentiva el desarrollo de nuevos y mejores dispositivos, obligados a cumplir con los más altos estándares de calidad y con una inversión de millones de dólares dedicados a estudios y análisis clínicos, con el fin de garantizar seguridad, confiabilidad y eficacia, cumpliendo con la normatividad requerida nacional e internacionalmente.
La regulación juega un papel importante, hablamos de microimplantes que mantienen la calidad y forma de vida de las personas que de otro modo no lo conseguirían, son implantes construidos con sistemas integrados y sensores móviles que miden signos vitales para determinar irregularidades y en su caso, enviar señales de alerta o impulsos eléctricos que mantengan funcionando al organismo; es un funcionamiento que parece simple, pero que resulta complejo, pues hablamos de un dispositivo que emite un diagnóstico e incluso el tratamiento, integrado todo en un microimplante.
Un aspecto importante a considerar, tiene que ver con la interdisciplinariedad de la materia, participan doctores, ingenieros, químicos, biólogos, desarrolladores, entre otros no menos importantes y todos, son responsables del éxito o fracaso del implante en desarrollo; por ello la importancia de romper la brecha entre tecnología y salud, pues las empresas en tecnología ocupan un papel sumamente importante en el desarrollo y producción de los microimplantes, se trata de áreas a las que una farmacéutica que no cuente con desarrollo tecnológico, no será capaz de acceder, ya que se requiere cierta capacidad, conocimiento especializado en materia de desarrollo de software y tecnología.
Para desarrollar un microimplante, hay que considerar diferentes aspectos como el tamaño, éstos deben ser lo suficientemente pequeños como para que no resulten invasivos o representen un problema al ser implantados en el cuerpo humano, deben ser estables y adaptarse al cuerpo humano, bioestables y biocompatibles; generalmente incluyen microchips, la mayoría incluye una batería autorrecargable; los métodos modernos de microsistemas y nanotecnología encapsulan a los componente de manera hermética para garantizar una larga vida al microimplante.
El mercado actual desarrolla dispositivos con alta tecnología para padecimientos y enfermedades específicas. Aún, debe enfrentarse una resistencia al cambio por parte de los pacientes y considerar que trabajando en colaboración con el médico, hay profesionales de otras áreas que colaboran ampliamente en el desarrollo de la medicina y la industria de Dispositivos Médicos.
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