La célula es la unidad de la vida. El cuerpo humano está formado por diferentes tipos de células y cada una de ellas cumple funciones específicas, como por ejemplo, el mantenimiento de la estructura corporal, la nutrición y la respiración. Biólogos europeos establecieron que existen 37 billones de células en el cuerpo humano, conformadas por 200 tipos; más asombroso aún, es el número de microbios que existen en humano, pues se trata del triple del número total de células existentes.
No todas las células son iguales. Existe un tipo que se denomina célula especializada, se trata de células madre mesenquimales (CMM) indiferenciadas y capaces de dividirse ilimitadamente y autorrenovarse para producir más células madre sin perder su potencial o dando lugar a otro tipo de células (como células óseas, adiposas y cartilaginosas) que mueren como parte de un proceso rutinario. Además, se ha observado que modulan reacciones adversas en distintas enfermedades, sobre todo en las degenerativas y autoinmunes, esta característica, les confiere un gran potencial en la medicina regenerativa, particularmente en los tratamientos para regeneración de tejido articular de rodilla.
En la práctica médica, es complicado que este tipo de células actúen específicamente en el lugar deseado. Aunque actualmente ya existen tratamientos donde son inducidas células madre para convertirlas en cartílago, este procedimiento se realiza mediante inyecciones directas y una intervención denominada artroscopia. Sin embargo, no siempre se logran los resultados esperados.
Por lo anterior y con el fin de mejorar el tratamiento existente, investigadores de la Universidad Nacional Chonnam de Corea del Sur y el Instituto Coreano de Micro-Robótica Médica, informan en la revista Science Robotics, sobre «micro-robots« especialmente diseñados que pueden transportar y administrar células madre mesenquimales (MSC) precisamente en los sitios de daño, por ejemplo el cartílago de la rodilla.
Los micro-robots son pequeñas esferas con poros dentro de los cuales pueden residir las células mesenquimales. Los microbots se pueden mover usando un campo magnético 3D externo para dirigirlos hacia áreas específicas del cartílago. Una vez inyectados y colocados en su destino final, los microbots pueden mantenerse allí utilizando una simple banda magnética envuelta alrededor de la rodilla mientras las células madre se diferencian y se convierten en tejido sano.
Una vez que desaparece el roce articular, se recupera por completo la funcionalidad de la rodilla y desaparece el dolor, por tanto, el paciente recuperará también la funcionalidad y movilidad, evitando utilizar una prótesis de rodilla. Con mayor frecuencia, la medicina avanza para introducir tecnologías que resulten menos invasivas y seguras para los pacientes.
Hasta ahora el tratamiento con microbots ha superado las pruebas de laboratorio y comenzarán las pruebas clínicas.