A la par de los avances tecnológicos, la robótica ha tomado un auge sin precedentes. Hoy, en la pandemia por COVID-19, las personas que se encargan de limpieza, corren riesgos de salud al realizar su trabajo y de la misma manera, quedan expuestas las personas que acuden a lugares públicos, pues resulta casi imposible limpiar cada área y objeto dentro de un espacio cerrado. De manera paulatina, médicos e investigadores, han develado la forma en la que se transmite el coronavirus, las posibles fuentes de exposición incluyen el contacto cercano con una persona que haya contraído COVID-19 o entrar en contacto con superficies que alguien infectado haya tocado o manipulado; tocarse la boca, nariz u ojos.
Por lo anterior, a México ha llegado un robot cuya función principal es desinfectar espacios y prevenir la propagación del COVID-19, neutralizando el virus: el MTS UVC.
El robot MTS UVC, comenzó a utilizarse en España, no requiere manejo humano y desinfecta con luz ultravioleta, aunque estos rayos, son nocivos para el ser humano. Sin embargo, es utilizado en espacios vacíos y es capaz esterilizar, con una efectividad de 99.96 % espacios cerrados como: oficinas, industrias u hospitales. En México, es el primero en su tipo.
La radiación UVC, de una longitud de onda de entre 100 y 280 nanómetros, con la cual trabaja el robot, es invisible al ojo humano y atraviesa las paredes celulares de bacterias, virus y hongos, lo cual provoca daños en su sistema reproductivo y, finalmente, lo neutraliza.
La luz ultravioleta, es particularmente efectiva para destruir el material genético de microorganismos como virus y bacterias, impidiendo su replicación. Este método ya ha sido utilizado desde 1878, para esterilizar hospitales, aviones o alimentos; incluso el agua potable, para eliminar algunos organismos resistentes al cloro. Frente a la pandemia por SARS-CoV-2, este tipo de desinfección vuelve a tomar importancia incorporando tecnología.
El Dr. Anthony Griffiths, profesor asociado de Microbiología de la Facultad de Medicina en Boston, se encargó de realizar una investigación para comprobar la efectividad de la luz ultravioleta para desactivar el SARS-CoV-2, obteniendo resultados positivos. Este tipo de luz, desactiva el COVID-19 en tan solo 6 segundos. Los dispositivos esterilizadores con esta tecnología, dispararon sus ventas.
Gabriel Isaías Urbina Sánchez, fundador y director general de NPI Molding Solutions y quien es encargado de traer esta tecnología a México, mencionó: “Es un robot autónomo al 100 %, pesa 75 kg, es utilizado en espacios vacíos y no implica riesgos para los usuarios. Una vez que mapea el área a desinfectar, se le asignan las rutas y automáticamente hace todo el recorrido de limpieza. Cuando surge un objeto no mapeado en primera instancia, está preparado no para detenerse, sino para esquivarlo”.
El robot, que tiene dimensiones similares a las de un carrito de supermercado, tiene un costo de un millón, 650 mil pesos y su uso, puede extenderse a bancos, unidades de transporte, escuelas, hospitales etc.