Los trastornos venosos superficiales de las piernas y sus manifestaciones en forma de teleangiectasias (arañitas), varicosidades (várices), edema (hinchazón), úlceras y dermatitis pigmentarias (manchas) son una preocupación importante, no solo en el aspecto estético sino también funcional, porque una mala circulación tiene importantes consecuencias físicas.
Las várices y las arañitas son una enfermedad de las venas, éstas últimas constituyen canales conductores de sangre, desde la periferia, hasta el corazón. Para lograr su cometido deben luchar contra la fuerza de gravedad, principalmente en posición de pie, para ello, están dotadas de múltiples y delicados mecanismos de compensación (por ejemplo las válvulas). Cuando estos mecanismos fallan, se instala la insuficiencia venosa en las piernas y sus principales manifestaciones son arañitas, varices e hinchazón.
Existen algunos factores que favorecen la insuficiencia venosa como: desempeñar actividades que impliquen estar mucho tiempo de pie, obesidad, sedentarismo, deportes de alto impacto, el sexo (mayormente afectado el femenino), menopausia, vejez y trastornos hormonales.
La flebología es una especialidad médica dedicada al estudio de la anatomía y fisiología de las venas superficiales y profundas del cuerpo, así como sus principales patologías, incluyendo las várices y las hemorroides.
En principio, casi todos los pacientes que padecen varices en la vena safena (vena superficial del muslo y la pierna en el ser humano, que comienza en el dorso del pie y termina drenando en la vena femoral) pueden someterse a la terapia con láser. Al igual que con el stripping de venas ( técnica clásica para la intervención de varices, también llamada safenectomía quirúrgica clásica) la vena safena, sólo se puede eliminar mediante terapia con láser si el sistema venoso profundo está sano. Esto se comprueba antes del tratamiento, por ejemplo mediante una ecografía. No es necesario realizar incisiones para la terapia de láser y, por tanto, no deja cicatrices, el tratamiento es el más adecuado para pacientes que dan gran importancia al resultado estético.
Para el tratamiento de láser endoluminal (luz láser aplicada en el interior de las venas), se introduce una aguja hueca en la vena safena afectada, como cuando se toma una muestra de sangre, por encima de la rodilla o en el tobillo. El médico introduce una fibra de láser conductora de luz hasta el comienzo del segmento afectado por guía ultrasonográfica. La energía láser emitida por la punta de la fibra calienta (coagula) la sangre y la pared venosa. Así se obstruye la vena. Todo el segmento de la vena afectada se trata a medida que se retira lentamente la fibra de láser. La terapia con láser se aplica con anestesia local. Para ello, el médico inyecta un anestésico especial en los tejidos grasos bajo la piel alrededor de la vena afectada.
Tipos de láser.
Modo contínuo: tienen la capacidad de producir un efecto térmico al transformar energía en calor e interactuar con los tejidos para seccionar, coagular y evaporar.
Modo pulsado: Actúan por tiempos menores por lo que producen una onda termo-acústica transitoria que origina un fenómeno explosivo.
Los Láseres en Flebología pueden usarse para distintas terapias de acuerdo al Sistema de suministro. La luz láser que sale de la cavidad de resonancia, se manipula mediante elementos ópticos como: espejos, lentes y fibras, para ser depositado en los tejidos.
Este tipo de terapia es una opción y poco invasiva, pues el paciente no experimenta dolor, sólo un poco de calor y los tejidos circundantes no se inflaman.