Los dispositivos médicos robotizados, tomaron un nuevo impulso en el segundo trimestre del año, aún cuando se había advertido que debido a la pandemia por COVID, habría una reducción significativa en los procedimientos electivos. Por ejemplo, en el caso del robot «Da Vinci», del que ya hemos hablado en entradas anteriores, tan solo tuvo un crecimiento del 1% durante el 2020.
A medida que los casos de COVID-19 comenzaron a disminuir nuevamente en enero, la cirugía robótica se recuperó en febrero y marzo, y el impulso ahora se ha acelerado durante el segundo trimestre. El uso del Da Vinci por parte de los cirujanos, se ha recuperado a niveles históricos, sin embargo, hace falta capital.
Los procedimientos da Vinci en todo el mundo aumentaron un 68% con respecto al período del año anterior, cuando los hospitales se centraron en COVID-19. Varios procedimientos que fueron aplazados durante la pandemia fueron reprogramados y realizados en el último trimestre.
En medio de la pandemia de COVID-19, la manufactura se ve como una bolsa mixta de actividad. Si bien algunas industrias se han visto muy afectadas por las directivas de distanciamiento social. Mientras tanto, algunos fabricantes han dado un paso adelante para reorganizar sus líneas, aumentando la producción de suministros médicos (máscaras, guantes, ventiladores, desinfectantes para manos y más) necesarios para manejar el coronavirus. La robótica ha pasado a un primer plano, haciendo que la producción continua no solo sea posible sino también más segura y más eficiente.
En realidad, contextos de salud como el que actualmente vivimos, nos permiten comprender la importancia de la robótica, se trata de un aliado que favorece el distanciamiento social. Si bien la utilización de robots con fines productivos, educativos, sanitarios o sociales, estaba experimentando una fase de expansiva antes de la pandemia, la llegada del Covid-19 fortaleció su valoración en términos del aporte que pueden realizar para proteger la exposición de los seres humanos al coronavirus o interactuar con personas infectadas sin exponer innecesariamente a los profesionales de la salud.
Los investigadores alrededor del mundo trabajan en sistemas avanzados de alerta temprana que combinen plataformas de detección robótica, inteligencia artificial, analítica predictiva y metagenómica a escala de nube, para monitorear de manera autónoma animales portadores de enfermedades como mosquitos, recolectar muestras ambientales de manera robótica, y luego escanearlas a nivel genómico en busca de amenazas biológicas.
«Creo que esto está generando una gran conciencia sobre la cantidad de robots y automatización que hay en nuestras empresas de fabricación, ciertamente en la empresa y en todo el mundo», dijo Mike Cicco, presidente y CEO del fabricante de robots Fanuc.