Frente a un panorama de ataques cibernéticos y vulnerabilidades en los sistemas que son aprovechados por hackers para obtener información valiosa de los usuarios, los fabricantes de dispositivos médicos se han visto obligados a blindar y mejorar la seguridad de la conectividad y el software utilizado, sobre todo para aquellos dispositivos que se implantan en el cuerpo humano y que de su correcto funcionamiento, depende la vida del paciente. Pensar en una situación en la que por vía remota, alguien pueda detener el marcapasos de un paciente, es suficiente para asegurarse de que los dispositivos médicos no puedan ser hackeados.

Así como por consecuencia tecnológica fue necesario considerar el concepto de “internet de la cosas” , que se refiere a  la conectividad de los objetos con la red y que se calcula que para el año 2020, 50,000 millones de objetos estén conectados a la red, impactando  en ámbitos tecnológicos, sociales y económicos, vemos el nacimiento de un concepto denominado: “internet del cuerpo humano”, que busca blindar los dispositivos implantado en éste.

Este sistema de seguridad pretender utilizar al cuerpo humano como red local,  tal como ahora sucede con la red WAN o inalámbrica, pero donde las señales funcionan por conducción eléctrica, se ha visto que éste sistema no es hackeable y utiliza 100 veces menos energía. El número de dispositivos médicos que pueden usarse en nuestro cuerpo (interna o externamente), es incontable. Para medir diferentes parámetros y controlar nuestra salud o nuestra actividad física. El desafío no solo ha sido mantener esta comunicación dentro del cuerpo para que nadie pueda interceptarla, sino también obtener un mayor ancho de banda y un menor consumo de batería.

Los fluidos corporales llevan muy bien las señales eléctricas. Hasta ahora, las llamadas «redes de área del cuerpo» han utilizado la tecnología Bluetooth para enviar señales en y alrededor del cuerpo.  

“La comunicación radiativa que usa campos electromagnéticos (EM) entre los dispositivos portátiles e implantables actúa como la columna vertebral para el intercambio de información alrededor de un cuerpo humano, permitiendo así aplicaciones primordiales en los campos de la salud conectada, neurociencia, realidad aumentada y virtual. Sin embargo, debido a la naturaleza radiativa de la comunicación inalámbrica tradicional, las señales EM se propagan en todas las direcciones, lo que permite inadvertidamente se intercepte la información ”. ‘- Professor Shreyas Sen (Profesor Asistente de Ingeniería Eléctrica e Informática y sus alumnos Debayan Das, Shovan Maity y Baibhab Chatterjee).

A través de un reloj prototipo, una persona puede recibir una señal desde cualquier parte del cuerpo, desde las orejas hasta los dedos de los pies.  La idea, sería crear una forma en que los médicos reprogramen los dispositivos médicos sin cirugía invasiva. La tecnología también ayudaría a racionalizar el advenimiento de la medicina bioelectrónica de ciclo cerrado, en la que los dispositivos médicos portátiles e implantables funcionan como drogas, pero sin los efectos secundarios, y las imágenes cerebrales de alta velocidad para aplicaciones de neurociencia.

«Mostramos por primera vez una comprensión física de las propiedades de seguridad de la comunicación del cuerpo humano para permitir una red de área de cuerpo encubierta, para que nadie pueda fisgonear información importante», dijo Sen.

Por: Dalia Solano

Fuentes:

Ticbeat.
El cuerpo humano será el centro del internet de las cosas

Tendencias 21.
Blindan por fin el internet del cuerpo.

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