La industria farmacéutica está comenzando a introducir inteligencia artificial (IA) en los ensayos clínicos. El desarrollo de ‘personas’ generadas por IA tiene el potencial de acelerar y mejorar la precisión y seguridad de los procesos de prueba de medicamentos.
La aplicación de IA en ensayos clínicos va más allá de simples simulaciones. Estas ‘personas’ generadas por IA, o gemelos digitales, están diseñadas para representar de manera precisa y detallada las reacciones potenciales de los humanos a diversos tratamientos sin necesidad de sujetos físicos. Este avance es posible gracias a la capacidad de los sistemas de IA para analizar y predecir respuestas basadas en datos extensos sobre características individuales, preferencias de compras, y perfiles de salud.
Un ejemplo destacado es la startup Unlearn, con sede en San Francisco, que utiliza IA para generar modelos predictivos que simulan cómo podría progresar una enfermedad en un paciente, lo que permite a los investigadores tener un grupo de control digital en lugar de usar placebos y, en consecuencia, aumenta la eficiencia y la ética de los ensayos al reducir el número de participantes necesarios y permitir que más pacientes reciban el tratamiento activo.
Otras empresas, como AI Fashion y Brox AI, aunque enfocadas en sectores como la moda y el marketing, también emplean tecnologías similares para crear modelos y gemelos digitales que pueden ser utilizados en pruebas de productos y análisis de mercado.
El uso de IA en ensayos clínicos aborda, por otra parte, preocupaciones éticas importantes. Por ejemplo, en enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), donde el tiempo es crítico, la capacidad de emplear gemelos digitales puede aumentar significativamente las posibilidades de los pacientes de recibir tratamientos potencialmente salvavidas sin el dilema ético de los grupos de placebo. Además, la IA puede ayudar a modelar cómo los medicamentos interactúan con enfermedades en una variedad demográfica más amplia, lo que lleva a terapias más personalizadas y efectivas.
La integración de la inteligencia artificial en los ensayos clínicos representa un cambio fundamental en la forma en que se desarrollan y evalúan los tratamientos médicos. Esto mejora la eficiencia y seguridad de los ensayos clínicos, a la vez que refleja un compromiso ético hacia los pacientes, asegurando que reciban el tratamiento más efectivo de manera oportuna.