El marco del día mundial de la lucha contra el SIDA celebrado el pasado 1 de diciembre, es una oportunidad para hacer una reflexión sobre los esfuerzos médicos y tecnológicos realizados a lo largo de 4 décadas, donde han muerto 32 millones de personas por esta causa.

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), esa enfermedad que antes se consideró una sentencia de muerte, hoy puede ser prevenida y controlada gracias a la detección temprana y al desarrollo de medicamentos antirretrovirales para su tratamiento. La infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se ha convertido en un problema de salud crónico llevadero, en el que las personas que viven con el virus pueden llevar una vida larga y saludable.

En el mundo, entre 32.7 y 44 millones de personas vivían con VIH al término de 2018, mientras que en Latinoamérica se estimaron 1.9 millones de personas en la misma situación.

En México, el primer caso de sida se reportó en 1983. De acuerdo con datos del Centro Nacional para la Prevención del VIH y el sida (Censida), hasta el 11 de noviembre de este año, 301 mil 182 personas con infección por VIH se encuentran en el registro de vigilancia epidemiológica: el 59% se encontraba con vida, 36% ya habían fallecido, y se desconoce el estatus actual del 5% .

Hoy, el uso de tecnologías móviles para la prevención y la atención del VIH ya no es una promesa, sino una realidad. El número de estudios sobre el VIH relacionados con la tecnología creció sustancialmente en los siguientes cuatro años, ya que de 2010 a 2013 hubo 1629 estudios en PubMed y 407 estudios en PsycINFO. Estos hallazgos sugieren un aumento del interés en el campo del uso de la tecnología en la investigación de la prevención y el cuidado del VIH.

El uso de la tecnología ha contribuido para aumentar las pruebas del VIH; mejorar la adherencia; reducir los comportamientos de riesgo sexual y de uso de drogas; y mejorar las habilidades de los profesionales y no profesionales. El uso de aplicaciones móviles, otorga seguimiento y recordatorios a los pacientes, tal como se hace con cualquier otra enfermedad crónica.

La reciente explosión en el uso de las redes sociales puede tener un impacto tremendo en la investigación del VIH, porque estas tecnologías pueden servir como plataformas no solo para llegar a un gran número de personas en riesgo, sino también para recopilar datos sobre el comportamiento de estas personas. El paciente estará a cargo de la mayoría de sus intervenciones médicas, ya que será el más conocedor de su condición.

En comparación con el éxito de las nuevas tecnologías, la adopción de las herramientas de evaluación e intervenciones conductuales y biomédicas del VIH avanza lentamente.

  1. Los investigadores del VIH utilizan cada vez más las redes sociales y las tecnologías móviles, incluido su uso como métodos de contratación, intervenciones y recopilación de datos.
  2. Las organizaciones y clínicas comunitarias son receptivas e interesadas en aplicar las redes sociales y las tecnologías móviles a la prevención y atención del VIH: escuchamos a la alta gerencia de la clínica que describió su interés y entusiasmo en el uso de tecnologías móviles para abordar las disparidades en la prevención y atención del VIH.
  3. Las consideraciones éticas en torno al uso de estas tecnologías para la prevención y la atención del VIH comienzan a explorarse.

Las oportunidades relevantes hoy en día, no residen necesariamente en la comunidad de investigación tradicional. La experiencia relacionada con la tecnología a menudo recae en los fabricantes de equipos y nuevas tecnologías, pero se trata de un trabajo conjunto con los sistemas de salud a nivel mundial.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

US National Library of Medicine National Institutes of Health.
Re-shaping HIV Interventions with Technology.

US National Library of Medicine National Institutes of Health.
Innovative Use of Technology for HIV Prevention and Care: Evidence, Challenges and the Way Forward.