Los avances en ciencia y tecnología tienen por objeto evitar la colonización bacteriana en dispositivos móviles implantables, un alto porcentaje de las infecciones nosocomiales están directamente relacionadas a su uso, implicando un coste extra en salud. El desarrollo tecnológico, ha permitido mejorar las técnicas de asepsia y reducir la proliferación de agentes microbianos para así, alcanzar un alto nivel de prevención.

Las nuevas tecnologías ofrecen dispositivos médicos implantables que salvan vidas, se trata de oportunidades para mejorar salud y calidad de vida, hablamos de stents, válvulas cardiacas, lentes, etc.,  sin embargo, mantenerlos libres de colonizaciones bacterianas debido a la introducción e interacción de cuerpos extraños con el organismo del paciente, se ha vuelto un reto para los investigadores y fabricantes de dispositivos médicos.

Según la Organización Mundial de la Salud, una infección nosocomial se define como: Una infección contraída en el hospital por un paciente internado por una razón distinta de esa infección. Una infección que se presenta en un paciente internado en un hospital o en otro establecimiento de atención de salud en quien la infección no se había manifestado ni estaba en período de incubación en el momento del internado. Comprende las infecciones contraídas en el hospital, pero manifiestas después del alta hospitalaria y también las infecciones ocupacionales del personal del establecimiento.”

Las infecciones nosocomiales afectan principalmente a pacientes inmunocomprometidos, lo que dificulta la identificación de la colonización asociada al dispositivo médico, pero este tipo de problemas incrementan la morbilidad y el tiempo de curación de enfermedades, aquéllas que se encuentran relacionadas con dispositivos, resultan de la interacción multifacética entre el microorganismo, el dispositivo y el huésped, hoy parece que resulta un camino más sencillo el proteger a los dispositivos médicos y mejorar las técnicas de asepsia que incidir en las actividades o hábitos humanos donde la colonización bacteriana, se vuelve casi imposible.

Ahora, se desarrollan tecnologías que aportan un recubrimiento bacteriofóbico evitando la adhesión bacteriana, colonización y posterior infección de los dispositivos médicos implantables, por ejemplo, en el stent traqueal que se implanta por más de un año, y se coloniza en varios meses; el catéter urinario, implantado durante un mes, regularmente se coloniza en los primeros días de implantación, o en el caso de una cirugía de reconstrucción mamaria que puede complicarse debido a una calcificación capsular del implante. Cabe mencionar que la adherencia bacteriana depende del tipo de material del que está fabricado el dispositivo médico y además no hay biomarcadores que indiquen la presencia de infecciones o biopelículas.

Por otro lado, la presencia de bacterias en un dispositivo no equivale a una infección y simplemente puede indicar una colonización benigna. Además, existen interacciones complejas entre diferentes especies bacterianas, de modo que la colonización benigna de la superficie de un dispositivo por una especie confiere protección contra un patógeno potencial.

Por: Dalia Solano

Fuentes:

PMC.
Implantable devices related infection

OMS.
Prevención de infecciones nosocomiales.

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