La demanda de dispositivos médicos reacondicionados se ha visto incrementada debido al envejecimiento de la población mexicana que requiere someterse a diferentes tratamientos para enfermedades crónicas. Además, ha incrementado la incidencia de enfermedades como cáncer, enfermedades neurológicas y cardiovasculares, por lo que conseguir equipo médico nuevo, puede resultar costoso para los pacientes, así que consideran la posibilidad de adquirir equipo médico reacondicionado.
El mercado global de equipos médicos reacondicionados se valoró en US $6.3 mil millones en 2017, y se espera que registre una TCAC de más del 9,7%. Estos son los últimos hallazgos de Research and Markets, (Dublín, Irlanda), una compañía de investigación de mercados globales.
La demanda se incrementa, sobre todo, en hospitales privados, debido a que no cuentan con suficiente presupuesto para adquirir equipos que hospitales públicos adquieren con fondos gubernamentales. Además, los tratamientos para los pacientes, incrementan costos cuando el hospital cuenta con mayor equipo médico. Existe una alza en la demanda de equipos de diagnóstico por imagen, resonancia magnética, tomografías, tomografía por emisión de positrones (PET), etc. Se espera que a mayor oferta de tratamientos médicos, también exista una disminución en el tratamiento de enfermedades para los pacientes y por ello, se espera también un incremento en la demanda de este tipo de dispositivos médicos restaurados. Sumando a lo anterior, hay que considerar que a la par de nuevos aparatos ultramodernos, existe también un gran inventario de dispositivos médicos antiguos o usados, se trata de una alternativa que ha surgido como una medida de contención de gastos y como una oportunidad para cuidar el medio ambiente.
El tema de la reutilización de equipos, debe abordarse desde un punto de vista objetivo, con implicaciones ética, políticas, sociales, ambientales y económicas, determinantes en el proceso de atención a la salud. Pues, la reutilización de dispositivos médicos, puede traer como consecuencia, efectos adversos, que pueden evitarse y que no deben ocurrir bajo ninguna circunstancia. Fallas en suspensión de alarmas, esterilización, sensores, falta de instructivos y uso clínico distinto a la intención del fabricante, etc. Por lo anterior, se vuelve necesaria una regulación exhaustiva para asegurar la calidad de dispositivos médicos usados o reutilizados. Cabe mencionar que existe equipo que se fabrica solamente para un determinado número de usos y utilizarlo en más de una ocasión, puede comprometer la seguridad médica del paciente.
En América Latina, sólo México, Argentina y Brasil, han definido su normatividad de reúso, ya que han logrado establecer controles que garantizan la seguridad del equipo. Sin embargo, los mercados que permiten la importación de Dispositivos Médicos Usados, en los mismos términos que los nuevos son: Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.
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