Pensar en el quehacer médico diario sin dispositivos médicos, resulta imposible. Los avances tecnológicos permiten el desarrollo de nuevos aparatos que salvan vidas; millones de personas alrededor del mundo son intervenidas para colocar algún implantable en el corazón, útero, reemplazo de huesos, gástricos, oído, etc. 

El sector es tan amplio, que los dispositivos médicos implantables ocupan un rubro particular. A través del tiempo se han utilizado distintos materiales para su fabricación, el uso de polímeros parece tan natural que nadie pensaría que el primer marcapasos implantado, tuvo una duración de 3 horas; hoy incluso, vemos baterías que se auto-alimentan con la energía producida por otros órganos; nada de lo anterior sería posible sin los nuevos descubrimientos y estudios en tecnología.

Es muy importante considerar el desgaste de los materiales utilizados en la fabricación de los dispositivos médicos implantables, ya que la degradación afecta el comportamiento. Si bien, es importante que los materiales sean duraderos, biocompatibles y flexibles, en algunos casos, también se requiere que una vez terminada su labor, se desintegren sin necesidad de intervenir al paciente, como suturas o grapas. El diseño de tales materiales depende en gran medida de la capacidad de predecir su comportamiento de degradación, con arquitecturas moleculares sofisticadas.

Las autoridades reguladoras ya prescriben simulaciones por computadora del rendimiento de dispositivos médicos implantables, por ejemplo, algunos stents. Los conocimientos adquiridos por los estudios de degradación 2D seguramente mejorarán estas simulaciones.

Se espera que los futuros implantes médicos realicen tareas mucho más complejas. Estos dispositivos degradables, por ejemplo, podrán programarse en forma comprimida y, de esta manera, implantarse mediante técnicas mínimamente invasivas, liberar un medicamento que respalde el proceso de curación, reclutar las células correctas en su superficie e informar sobre el progreso de la recuperación. La degradación es solo una de varias funciones integradas en los materiales. Sin embargo, la degradación es muy crítica, porque cambia el material a nivel molecular. Para implementar múltiples funciones en un material, su estructura molecular está diseñada de una manera distinta, a menudo compleja. Comprender cómo la degradación afecta a esta arquitectura molecular es clave para garantizar que todas las funciones se ejecuten según lo previsto.

Por: Dalia Solano

Fuentes:

Science Daily.
Predicting the degradation behavior of advanced medical devices.