Los implantes anticonceptivos son una excelente opción a largo plazo para las mujeres. La investigación sobre el funcionamiento de los aparatos reproductores, han permitido ofrecer diferentes opciones que permitan una planificación familiar sin afectar la calidad de vida de las pacientes, hoy, vemos también los primeros anticonceptivos para hombres.
Sin embargo, los implantes anticonceptivos subdérmicos, han crecido en popularidad en México, desplazando incluso al dispositivo intrauterino, ya que, el implante subdérmico resulta discreto y se coloca de manera menos invasiva; son de tamaño similar al de un cerillo, se coloca bajo el brazo y de a poco, libera progestina, una hormona que evita que se liberen óvulos y vuelve más espeso el flujo cervical, debe ser reemplazado cada tres o cinco años y cuenta con una alto índice de efectividad, pues la tasa de embarazo es menor al año de uso, que la tasa de embarazo en las usuarias de anticonceptivos orales, inyectables y otros métodos. Además, cuando una mujer tiene función ovárica normal, en el momento de la inserción, los ciclos menstruales y la ovulación retornan rápidamente al retirar el implante. Cabe mencionar que la efectividad del implante también está relacionado con el peso de la mujer, las pacientes con sobrepeso, han mostrado menor grado de efectividad.
Nexplanon que reemplazó a implanon, es un dispositivo radiopaco, es decir, que puede localizarse a través de una radiografía. Los nuevos materiales son biocompatibles, ya que los primeros en su tipo, provocaron mayor incidencia de alergias en algunas de las usuarias.
Durante las dos últimas décadas se han realizado diversos avances en el desarrollo de esta nueva tecnología para la optimización de la liberación de medicamentos por esta vía. Así, se ha informado sobre los beneficios de una administración controlada de la dosis terapéutica, el mantenimiento de la dosis durante el tratamiento prolongado, la maximización de la relación dosis eficacia, la reducción de los efectos adversos, y la minimización de dosis frecuente. Esta forma de tecnología ha sido clasificada en tres tipos: liberación de dosis preprogramada, liberación de activación modulada y liberación por retroalimentación. La primera categoría, a su vez, se clasifica como permeación controlada del polímero, un sistema al cual pertenecen los implantes de levonorgestrel.
Algunas mujeres pueden rechazar el implante por alergias, por tener respuestas biológicas a algunos materiales utilizados en esos dispositivos, incluidas reacciones inflamatorias, reacciones alérgicas y cambios en los tejidos que causan dolor y fatiga. Los investigadores, recopilan evidencia científica sobre los efectos de los metales utilizados en los implantes, incluida la forma en que afecta el suministro de tejidos, músculos y sangre.
Las progestinas de los implantes no tienen efectos significativos o toxicidad diferente a la encontrada en otros métodos anticonceptivos. Aunque el implante se ha popularizado en la población de mujeres jóvenes en México, no protege contra VIH SIDA, ni contra enfermedades de transmisión sexual. Siempre debe ser supervisado por un profesional médico.