Las enfermedades neurológicas como la enfermedad de Alzheimer, Parkinson, depresión, trastornos del dolor y adicciones, ahora podrían tratarse con un nuevo y fascinante implante blando desde el propio cerebro.
Regularmente, el diagnóstico de enfermedades cerebrales se realiza mediante un electroencefalograma, sin embargo son necesarias más pruebas de diagnóstico y la revisión exhaustiva del historial clínico. Para realizar esta técnica, se colocan pequeños sensores (electrodos) adhesivos en el cuero cabelludo del paciente. Los electrodos se conectan mediante cables a una máquina que obtiene un registro (trazado) de las pequeñas variaciones de voltaje que detecta cada electrodo. Estos trazos constituyen el electroencefalograma (EEG).
Los nuevos avances tecnológicos, han acelerado la investigación de enfermedades cerebrales utilizando un implante neural «plug-and-play» controlado por teléfono inteligente, se trata de un diseño no invasivo, elegante y simple, inventado por científicos de Estados Unidos y Corea del Sur.
Los investigadores, que provienen principalmente del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST) y la Universidad de Washington, diseñaron el dispositivo blando para administrar medicamentos o luces de colores directamente a las neuronas específicas, los investigadores lo describen como tipos de cartuchos de medicamento tipo lego, con el objetivo de acelerar el descubrimiento sobre el Parkinson, el Alzheimer, adicciones, depresión y dolor.
Los LED involucrados son más pequeños que un grano de sal y los fármacos transmitidos por canales de microfluidos tienen el grosor de un cabello humano. El dispositivo pequeño y suave no impedirá el movimiento y es más seguro de usar con el tiempo.
Cabe mencionar que los modos tradicionales de modulación de las células nerviosas en el cerebro implican el uso de tubos metálicos rígidos con fibras ópticas que transportan drogas y luz a las células cerebrales. Mientras el dispositivo esté en su lugar, los movimientos del paciente están significativamente limitados por su conexión física a otros equipos reguladores más grandes, lo que representa un problema importante con los dispositivos actuales. Sin contar que estos dispositivos ocasionan cicatrices o traumas en el tejido cerebral, por lo que solamente pueden implantarse durante cortos periodos de tiempo.
Este dispositivo podría ayudar no solamente al tratamiento de enfermedades neurológicas, sino que también puede contribuir al estudio de fármacos u otras afecciones a nivel cerebral y desarrollar nuevas terapias para el tratamiento contra el dolor, adicciones o trastornos emocionales.