La salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), ha marcado una serie de impactos económicos, políticos y sociales, resultado de la separación de uno de los miembros más importantes del bloque más poderoso del mundo, se trata de un tema que no resulta sencillo de resolver o legislar, Reino Unido es el séptimo socio comercial de Estados Unidos y la quinta economía mundial, por lo que sus socios comerciales deben llegar a un acuerdo antes de su salida de la UE, misma que se ha postergado en varias ocasiones, la última fecha establecida es octubre del 2019. Sin embargo, Reino Unido permanecerá dentro del mercado único de la UE y seguirá estando sujeto a sus leyes y regulaciones hasta finales del 2020, cuando se supone, todos los sectores estén preparados para el cambio.

A la par, se encuentra la seguridad de los millones de ciudadanos que viven, estudian y trabajan en un contexto que hasta ahora tenía las puertas abiertas a 27 países más. La salud, también es un tema que se ve comprometido. Al respecto la industria sanitaria se encuentra preocupada, abandonar la Unión Europea sin un pacto previo, supondría el desabasto o desatención en medicinas y dispositivos médicos, aunque tras de un escenario de tensión y debate ahora se ha planteado un acuerdo, el mundo de la reglamentación de dispositivos médicos puede cambiar de manera sustancial en la forma en la que se fabrican y distribuyen, pues hasta ahora, la legislación ocurre bajo las siglas de la CE (Certificación Europea) y habrá que considerar los cambios de RU como independiente, es probable que se necesite un nuevo certificado.

Hay que mencionar que existen sectores provenientes de otros países, que actualmente cuentan con sistema de protección de salud, otorgado por Reino Unido, cuando se votó por el Brexit, no se contempló el éxodo que se viviría en cuanto a profesionales de la salud,  se prevé que el 55% de ellos, abandonen Reino Unido y no se encuentran alicientes para atraer personal médico.

Las investigaciones y ensayos clínicos que se llevan a cabo hasta el momento, también podrían verse afectados, pues se requerirán nuevos permisos y representantes legales, esta vez tramitados en RU como nación independiente. A partir de la fecha de retirada, un fabricante o un importador establecido en el Reino Unido dejará de considerarse como un agente económico establecido en la Unión. Por consiguiente, un agente económico establecido en la UE-27 que, antes de la fecha de retirada, era considerado un distribuidor de la Unión, se convertirá a partir de la fecha de retirada, en un importador que introduce productos procedentes de un tercer país en el mercado de la UE-27. Este agente tendrá que cumplir las obligaciones específicas de un importador, que son diferentes de las de un distribuidor.

El Reino Unido reconocerá los dispositivos médicos aprobados para el mercado de la UE y con el marcado CE. En caso de que este cambio en el futuro sea adecuado, se proporcionará a las empresas la implementación de nuevos requisitos modificados. La presencia formal del Reino Unido en los comités de la UE con respecto a los dispositivos cesará. Habrá que estar pendientes a los nuevos acuerdos alcanzados entre la Unión Europea y Reino Unido.

Por: Dalia Solano

Fuentes:

El confidencial.
La Sanidad británica, en riesgo de quedarse sin medicinas si no hay acuerdo del Brexit.

BBC News.
Brexit: los 27 países de la UE aprueban el «único acuerdo posible» de divorcio con Reino Unido, ¿qué pasa ahora?.

Redacción Médica.
La EMA reconoce que se infravaloró el impacto del Brexit en Sanidad.

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