Ya en entradas anteriores, hemos hablado acerca de cómo la tecnología, ha impactado en la medicina, específicamente para el implante de prótesis, ya que sin duda, ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes que han perdido alguna extremidad.
La impresión en 3D, permite que las prótesis, resulten asequibles para un sector poblacional mayor, pues con este sistema, los costos de producción se ven considerablemente reducidos, la posibilidad de ajustar cada dispositivo a las necesidades individuales de los pacientes impacta también en el tiempo de producción de las prótesis. Mientras que una mano, en un sistema de producción tradicional puede costar miles de dólares, la impresión en 3D es mucho más económica y rápida.
Las manos y los brazos son las piezas que se imprimen con mayor frecuencia. Al inicio de la impresión en 3D, muchos de los modelos realizados, fueron prototipos, sin embargo ahora, son ya, una realidad. El Hospital Universitario de La Ribera, se ha convertido en el primer centro sanitario de España en implantar una prótesis impresa en tres dimensiones para sustituir el hueso escafoides fracturado de la muñeca de un paciente que llevaba 10 años sin poder utilizar la mano, con lo cual, será capaz de recuperar el movimiento y la fuerza perdidos.
El hombre de 40 años, padecía una lesión en el carpo de su mano izquierda. Gracias a la impresión en titanio (material biocompatible), de 3cm de diámetro que cuenta con las medidas exactas del escafoide lesionado, el paciente recuperará por completo su fuerza.
La prótesis incluída una serie de orificios para así, alojar al resto de los huesos, el sistema óseo de las manos funcionan de manera similar a un reloj, si alguna de las piezas no encaja o no cuenta con las dimensiones necesarias, simplemente no funcionará. “La impresión de prótesis 3D a medida del paciente será una de las mejores alternativas en cirugía traumatológica, ya que ofrece a los pacientes una solución ortopédica que hasta ahora no existía”, mencionó uno de los especialistas encargado de la intervención.
Una vez insertada en la muñeca hubo que unir la impresión con el resto de huesos del carpo mediante el injerto de tendones entrelazados en 360 grados a través de las perforaciones, con el objetivo de conseguir un movimiento armónico de la prótesis. El paciente, podrá volver a utilizar su manos en 2 meses aproximadamente, quien tras la intervención acude a terapias de rehabilitación.
Dos pacientes más, están en espera de una cirugía para implantes impresos en 3D, sin duda, otorgan seguridad y precisión para los médicos.