La escoliosis idiopática del adolescente (EIA) consiste en una deformidad tridimensional de la estructura de la columna vertebral en los planos coronal, sagital y rotacional, que afecta a sujetos sanos a partir de los 10 años de edad hasta la madurez ósea o al término del crecimiento.
Esta enfermedad puede comprometer el estado físico, emocional y, por lo tanto, la calidad de vida de quienes la padecen, por lo que debe ser considerada un problema de salud significativo.
Si bien los diagnósticos se dividen por igual entre niños y niñas, las niñas tienen ocho veces más probabilidades de tener una curvatura lo suficientemente grave como para requerir tratamiento. Se puede vivir con la condición, pero causa problemas a medida que avanza, incluidos problemas estéticos y compresión cardíaca y pulmonar potencialmente mortal. Los estándares tradicionales de atención han tenido diversos grados de efectividad.
A pesar de que en México no se han establecido oficialmente programas para la detección temprana de la enfermedad, la prueba de Adams puede ser la pauta para identificar y prevenir el desarrollo de esta deformidad. La aplicación de esta prueba de tamizaje está al alcance de todos. A pesar de que se podría considerar que su detección oportuna desde etapas tempranas sería la mejor estrategia para combatirla a tiempo, existen grupos de investigación a nivel internacional que opinan distinto, lo que ha colocado a la detección temprana como un tema controversial.
La primera línea de defensa es un enfoque de esperar y ver porque muchas veces estas curvas no progresan hasta el punto en que necesitan intervención. Si lo hacen, los aparatos ortopédicos suelen ser el primer orden de tratamiento. Los aparatos ortopédicos pueden ser efectivos, pero el desafío con los aparatos ortopédicos es que estos niños deben usar un aparato ortopédico de 12 a 20 horas al día”.
Los aparatos ortopédicos pueden variar de incómodos a dolorosos, y la principal razón por la que fallan es porque los pacientes no quieren usarlos. Si los aparatos ortopédicos no funcionan, el estándar histórico de atención es la fusión.
Gracias a los nuevos avances tecnológicos y al trabajo que con la ayuda de distintos cirujanos que vieron la oportunidad de mejorar la calidad de vida de sus pacientes pediátricos, se ha desarrollado un nuevo e innovador sistema para tratar la escoliosis idiopática de los adolescentes, donde el tiempo, juega un papel determinante para los niños, pues solo son elegibles si tienen suficiente crecimiento por delante para que la tecnología marque la diferencia. El objetivo es mejorar la vida de los años venideros para niños de entre 10 y 15 años.
Una alternativa menos invasiva a la fusión para la escoliosis idiopática del adolescente es la inmovilización del cuerpo vertebral que conserva el movimiento. “The Tether” es una nueva opción de tratamiento disponible para pacientes con escoliosis, un sistema de sujeción del cuerpo vertebral que ya recibió la aprobación de la FDA.
En lugar de fusionar la parte posterior hacia arriba y hacia abajo, tienes estos puntos de anclaje y puedes usar básicamente una especie de cordón de zapatos. Y a medida que el paciente crece, esa columna puede enderezarse sin tener que fusionarla en su lugar.
El procedimiento consiste en colocar tornillos en el lado convexo (curvo) de la columna, introduciéndolos lateralmente a través del costado del paciente (a través de las costillas o sobre la columna) y luego colocando el cordón entre los tornillos, buscando una modulación del crecimiento.
El cirujano podría lograr el 50-80% de la corrección de la curvatura en el quirófano. Sin embargo el sistema aún se encuentra en proceso de adopción, la cual se encuentra en una etapa inicial y aún no está disponible en México.