En el mundo hay 1.100 millones de personas que viven con las consecuencias de la pérdida de visión por no tener acceso a los servicios de cuidado ocular, existiendo mayor prevalencia entre los más pobres y marginados de la sociedad. Si no hay cambios, esta cifra aumentará a 1.800 millones de personas en 2050.
Los progresos realizados en esta última década han sido extraordinarios, pero nuestros días más importantes están por delante y nunca ha habido una gran oportunidad para mejorar la vida de miles de millones de personas. Este sin duda, es el mejor momento para atender la visión como una cuestión fundamental, económica, social y de desarrollo, y de la misma manera, integrar la salud ocular en sistemas sanitarios más amplios, con el fin de activar la demanda de los consumidores y el cambio del mercado.
En mayo de 2021, en la Asamblea Mundial de la Salud, los Estados Miembros de la OMS aprobaron dos nuevos y ambiciosos objetivos mundiales de atención ocular para 2030: aumento del 30% en la cobertura quirúrgica efectiva de cataratas y del 40% de supresión de errores de refracción.
El mercado de los dispositivos oftalmológicos, espera en un incremento en los próximos años, debido en gran medida, al progresivo aumento de la población geriátrica mundial y a la innovación tecnológica en el sector, si bien otros factores como la carencia de seguros de salud en los países en vías de desarrollo están restringiendo el auge de este mercado.
Entre los dispositivos más demandados por los profesionales de la Oftalmología se encontrará el instrumental para cirugías. Esto se debe a la próxima prevalencia de enfermedades oculares como cataratas, glaucoma, defectos de refracción o retinopatía diabética que requieren intervenciones mayores.
Dentro de una década, el repunte más significativo en cuanto a la compra-venta de estos productos corresponderá a ciertas zonas de Asia y el Pacifico, especialmente India y China, gracias al aumento de la renta per cápita o las mejoras en infraestructuras sanitarias. Sin embargo, América del Norte continuará ocupando un lugar privilegiado en el mercado.
Entre los objetivos que deben plantearse las instituciones sanitarias, unidades de salud y fabricantes de dispositivos médicos son:
- Acercar la atención ocular a la población más vulnerable para que las personas puedan trabajar, atender a sus familias y mirar adelante de manera autónoma;
- Integración de los servicios de oftalmología en los servicios básicos de salud, estableciendo la atención como una parte esencial de la Cobertura Sanitaria Universal;
- Facilitar revisiones oculares en las escuelas de las zonas más pobres, para facilitar correcciones ópticas al alumnado y garantizar que todos los niños y niñas puedan seguir las clases;
- Fomentar el empoderamiento de la mujer individual y colectivamente en el ámbito ocular, con el objetivo de acabar con las desigualdades de género en el acceso a la salud.
Sin ninguna duda, el campo de acción para fabricantes de dispositivos médicos oftalmológicos, ofrece una amplia gama de oportunidades, por lo que es importante que cada uno se posicione dentro de la cadena de valor, como el nuevo símbolo de éxito, ofreciendo innovación, seguridad y tecnología para los pacientes.