La tecnología avanza no solo de la mano del progreso de la humanidad, sino también, se vuelve efectiva frente a los problemas de salud que se originan a la par de una población que crece exponencialmente y un mundo que poco conoce de fronteras.
El mercado de los termómetros infrarrojos ha tenido un nuevo repunte frente al brote de coronavirus (COVID-19) a nivel mundial. A medida que el virus se propaga, cámaras y escáneres térmicos, han sido instalados en diferentes puntos de revisión, hoy en día los vemos siendo utilizados en aeropuertos, hospitales, escuelas y prácticamente cualquier lugar público, pues se ha vuelto indispensable tomar la temperatura a grandes cantidades de personas, con el fin de mantener control sobre la pandemia. Aunque las cámaras y escáneres resultan menos precisos y más costosos que los termómetros infrarrojos, sin la ayuda de estos dispositivos, resultaría prácticamente imposible revisar a toda la población, incluídos los miles de turistas que a diario arriban a las diferentes ciudades del mundo. Este tipo de dispositivos son ideales para casos relacionados con objetos en movimiento o donde se requieren mediciones sin contacto debido a razones de contaminación o por causas de peligro.
Los escáneres cuentan con lentes infrarrojos que miden y elaboran un «mapa» del calor que emiten las personas, de esa manera puede detectarse fiebre, y así, identificar a las personas potencialmente infectadas con el virus. Una vez detectados, se procede a revisar si además presentan síntomas como tos, dificultad para respirar, dolores musculares y fatiga.
China, comenzó a hacer uso de estos dispositivos médicos desde el comienzo de la propagación del virus y son tan efectivos que hoy, el gigante ha logrado controlar el virus, pues en las últimas horas, solamente se han reportado 8 casos más y el último paciente, ha sido dado de alta.
La OMS, ha declarado que «la mayoría de los casos exportados del nuevo coronavirus fueron detectados por medio del escaneo [de cualquier tipo, no solo con cámaras] realizado durante la llegada» de un pasajero a un país. Sin embargo, no es posible detectar cuando el individuo es portador de la enfermedad, sin presentar síntomas, por lo que: «Aproximadamente el 75% de los casos provenientes de ciudades chinas afectadas con el covid-19 llegarían a su destino en el período de incubación y permanecerían sin ser detectados», aseguró el ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.
No debe olvidarse que la mayoría de las personas infectadas, presentan síntomas 5 días después de haber contraído el virus, por lo que a pesar de que estos dispositivos médicos son efectivos como medida de prevención, no garantizan la identificación de todos aquéllos que han contraído el virus.