La ansiedad y estrés, forman parte de un problema de salud público. El estado de la salud mental está adquiriendo cada vez mayor importancia, el Foro Económico Mundial de Davos ya la sitúa como el sexto riesgo global para el 2022 y uno de los elementos que más se ha deteriorado desde que empezó la pandemia del Covid-19. La salud mental ocupa por primera vez un puesto entre los 10 principales riesgos a nivel mundial.

Entre los factores causantes de este deterioro apuntan especialmente a un incremento de la soledad y aislamiento social a raíz de la pandemia que se está traduciendo en episodios de ansiedad y depresión. Los dispositivos médicos wearables, ofrecen diferentes opciones para hacer frente a estos padecimientos en gran parte de la población.

En los últimos años, ha habido un aumento en la cantidad de dispositivos de monitoreo cardíaco; muchos de estos miden la «variabilidad de la frecuencia cardíaca» (HRV o VFC). VFC es la variación en el tiempo entre los latidos del corazón y se ha utilizado como una métrica para el bienestar, la resiliencia y la flexibilidad del comportamiento. Es una medida que proporciona información indirecta sobre el sistema nervioso autónomo (SNA), que incluye el sistema nervioso parasimpático, y ayuda a regular los procesos fisiológicos inconscientes o involuntarios, como la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la respiración, la digestión y la excitación sexual. Dado que el Sistema nervioso autónomo (SNA) también desempeña un papel en las glándulas y los músculos lisos de los órganos internos, también se le llama sistema nervioso visceral. Es por eso que la VFC puede ayudar a proporcionar una métrica de la capacidad del cuerpo para resistir el estrés y facilitar la recuperación.

El nervio vago es una parte importante del SNA, y cuando está fuera de control, puede resultar en disautonomía. Como era de esperar, los síntomas son amplios y pueden incluir latidos cardíacos irregulares, dolor de pecho, mareos, desmayos, fatiga excesiva y ansiedad o pánico no inducido mentalmente. En otras palabras, EL  SNA a menudo responde a muchos de los factores estresantes inconscientes en su vida.

Actualmente, un nuevo dispositivo que trabaja con resonancia sónica, para calmar el sistema nervioso del cuerpo, brindando alivio inmediato y beneficios a largo plazo con el uso regular.

Con 10 minutos al día, las personas reportan una mejoría en su estado anímico reduciendo el estrés. El dispositivo ayuda a calmar el SNA y contrarrestar los efectos nocivos de una respuesta de estrés crónica o no controlada. Sensate utiliza una combinación de frecuencias infrasónicas y terapia de sonido para enviar señales de calma por todo el cuerpo. Tonificar el nervio vago implica utilizar el fenómeno de la conducción ósea, utilizando el pecho para hacer resonar frecuencias de sonido relajantes. También se han desarrollado paisajes sonoros especiales mezclando armónicos de frecuencia diseñados con estímulos auditivos. Estas tecnologías hacen que el equipo alivie el estrés y relaja a través de un zumbido reconfortante que le dice al cuerpo que está seguro y puede relajarse. Las características del equipo pueden ser reguladas a través del teléfono móvil.

El dispositivo emite sonido e incluye sensaciones físicas no audibles de muy baja frecuencia. A algunas personas les gusta la sensación realmente fuerte y otras prefieren un zumbido más suave, pero el cuerpo no se aclimata como tal a la sensación, de hecho, hay un efecto acumulativo útil que se acumula con el uso repetido. Se entrena al sistema nervioso para crear redes neuronales más sólidas, este efecto es permanente y natural, en lugar de utilizar un analgésico transitorio.

Desarrollar la resiliencia al estrés es el mejor uso del tiempo para cualquier persona interesada en una buena salud mental, resistencia y longevidad.

Por: Dalia Solano.

Fuentes:

Medgadget.
Un dispositivo que calma su respuesta de lucha o huida: entrevista exclusiva.

Redacción médica.
La salud mental, riesgo global en 2022 por la «omnipresencia» de trastornos.