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Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, existe un debate internacional respecto al uso de cubrebocas. Aunque en un primer momento se dijo que su uso no era esencial, la evidencia científica ha cambiado la percepción de los expertos, pues al tratarse de un virus nuevo, la información continúa actualizándose.
El uso de cubrebocas ahora, es ampliamente recomendado, pues se sabe que existen personas asintomáticas o que están enfermas pero no lo saben o muestran síntomas varios días después de haber sido contagiados. El uso del cubrebocas disminuye la propagación del virus y ahora, forma parte de las medidas sanitarias adoptadas en casi todo el país, requisito indispensable para acceder a lugares públicos. La OMS recomienda su uso, siempre que no existan las condiciones para mantener una distancia adecuada entre las personas o en espacios cerrados como el transporte público.
Una comparación de las tendencias en infecciones de COVID-19 en Italia y en la Ciudad de Nueva York antes y después de la implementación obligatoria de cubrebocas sugiere que esa medida previno más de 700,000 infecciones en Italia entre el 6 de abril y el 9 de mayo, y más de 66,000 infecciones en la Ciudad de Nueva York entre el 17 de abril y el 9 de mayo, lo que sugiere que la transmisión por partículas en el aire juega un papel dominante en la dispersión del COVID-19.
La Ciudad de México, por su parte, publicó en la Gaceta oficial que: “Será obligatorio para todas las personas que habiten o transiten en la Ciudad de México el uso de cubrebocas”.
A continuación algunas recomendaciones de uso:
- Abstenerse de tocar ojos, boca y nariz.
- Si eres cuidador, debes usarlo ajustado a la cara, cuando esté en la misma habitación con la persona enferma.
- El cubrebocas no debe tocarse ni manipularse durante su uso.
- Si el cubrebocas se humedece o ensucia con secreciones, debe cambiarse inmediatamente. Después de usarlo desecharlo, y realizar higiene de manos.
- Desechar el cubrebocas o limpiarlo apropiadamente después de su uso (por ejemplo, lavar pañuelos con agua y jabón).
- Los cubrebocas y otros desechos generados por personas enfermas deben ser colocados en un contenedor (bote) con una bolsa que debe cerrarse antes de sacarlos de la habitación de la persona enferma.
Hasta el 15 de junio, la OMS señalaba que el uso de mascarillas debe formar parte de una estrategia integral que incluya medidas destinadas a eliminar la transmisión y salvar vidas; la utilización de una mascarilla no basta para proporcionar un nivel adecuado de protección contra la COVID-19, ya que también es necesario mantener una distancia física mínima de un metro con otras personas, lavarse las manos frecuentemente y evitar tocarse la cara y la mascarilla.
¿Y los cubrebocas de tela, son efectivos?
La OMS recomienda consultar siempre a las autoridades locales sobre las prácticas recomendadas en su área.
Cuando haya una transmisión comunitaria generalizada, y particularmente en lugares donde no sea posible aplicar el distanciamiento físico, los gobiernos deben fomentar la utilización de mascarillas de tela por la población general.
En cualquier decisión sobre el uso de mascarillas se deben tener en cuenta los posibles riesgos e inconvenientes:
- El uso de mascarillas higiénicas o de tela podría aumentar las posibilidades de infección por el virus de la COVID-19 si la mascarilla se toca a menudo con las manos sucias y se contamina, o si se mantiene sobre otras zonas de la cara o la cabeza y después se vuelve a colocar sobre la boca y la nariz
- En función del tipo de mascarillas utilizado, estas pueden dificultar la respiración
- Pueden dañar la piel de la cara
- Pueden dificultar una comunicación clara
- Pueden ser incómodas de llevar
- El uso de mascarillas, cuyas ventajas son poco claras, podría crear una falsa sensación de seguridad en los usuarios y provocar así una menor aplicación de medidas preventivas de eficacia demostrada, como el distanciamiento físico y la higiene de manos.
- Si la mascarilla de tela no está sucia ni húmeda y piensa reutilizarla, póngala en una bolsa de plástico limpia y con cierre hermético. Si necesita usarla de nuevo, coja la mascarilla por las tiras elásticas para sacarla de la bolsa.
- Lave la mascarilla de tela con jabón o detergente y preferiblemente con agua caliente (al menos 60 grados) como mínimo una vez al día.
- Si no se dispone de agua caliente, lave la mascarilla con jabón o detergente y agua a temperatura ambiente y, a continuación, hiérvala durante 1 minuto; O sumerja la mascarilla en una solución de cloro al 0,1% durante 1 minuto y enjuáguela bien con agua a temperatura ambiente (no debe quedar ningún residuo tóxico de cloro en la mascarilla).
- Asegúrese de tener tu propia mascarilla y no la comparta con otros.