El bloqueador solar es fundamental para el cuidado de nuestra piel, sin importar que sea verano u otra estación del año. El bloqueador debe aplicarse después de la crema corporal, pues regularmente el factor de protección de las cremas faciales o corporales, suele ser muy bajo y no garantizan protección efectiva contra los rayos solares.
Exponerse al sol sin protección puede ocasionar daños como quemaduras solares, manchas, envejecimiento prematuro y melanoma, conocido como el tipo más grave de cáncer de dermis, cabe recordar que el protector solar debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición solar y no olvidar que el número de factor de protección solar (FPS), sí determina el tiempo que podemos exponernos a los rayos solares antes de que la piel llegue a quemarse.
Los bloqueadores solares tienen ingredientes que bloquean, dispersan o absorben los rayos solares, de los cuales existen 3 tipos que afectan a los seres vivos. Existen dos tipos de luz ultravioleta (UV) que pueden dañar la piel: ultravioleta tipo A (UVA) que penetran la dermis e hipodermis, capas media y profunda de la piel y ultravioleta tipo B (UVB) que sólo penetran la epidermis, pero que sus efectos son acumulativos a través de los años y está demostrado que causan el 90 % de los melanomas y otros tipos de cáncer de piel. Un protector solar de amplio espectro o de espectro completo te protege de ambos.
Con el fin de proteger a la población y garantizar protección de uso, se han endurecido las regulaciones sanitarias respecto a los bloqueadores solares. Recientemente la FDA anunció que los bloqueadores solares con FPS 80 o superiores, serán considerados como dispositivos médicos por sus ingredientes: avobenzona, dióxido de titanio, que bloquea y refleja los rayos UV antes de que dañen la piel y óxido de zinc, ampliamente utilizado para prevenir prurito, quemaduras y reacciones alérgicas. En México, los bloqueadores solares, también se encuentran regulados por la norma correspondiente. Los bloqueadores solares con FPS 80 se utilizan en pieles altamente sensibles y deben ser recomendados por el médico, pues hay medicamentos y productos cosméticos que producen en la piel una reacción de fotosensibilidad por la exposición solar; un FPS mayor, se utiliza e n casos especiales como embarazo, patologías cutáneas, trabajadores al aire libre, individuos con antecedentes familiares de cáncer y fototipos muy bajos I y II. Todos los productos de este tipo deben cumplir con la reglamentación adecuada para brindar seguridad y eficacia a los usuarios y en completo apego a las normas para su uso y distribución.
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