Un equipo de investigación del Instituto Fraunhofer de Microsistemas Fotónicos (Fraunhofer IPMS) ha desarrollado biosensores desechables diseñados para la detección temprana de enfermedades a través del análisis de fluidos corporales. Estos dispositivos utilizan arquitecturas de resonadores de microanillo fabricadas en una plataforma de guías de ondas de nitruro de silicio sobre obleas de 200 mm. El proceso de fabricación permite la creación de sensores escalables, precisos y rentables.
Estos biosensores son altamente sensibles, capaces de detectar moléculas biológicas específicas mediante un cambio en la longitud de onda de resonancia cuando las moléculas objetivo se unen a la superficie funcionalizada del sensor.
Una de las innovaciones clave de estos biosensores es su capacidad para regenerar la superficie funcional del sensor, permitiendo su reutilización y reduciendo costos. Además, los sensores desarrollados son capaces de detectar biomarcadores específicos asociados con enfermedades neurodegenerativas y oncológicas, lo que los hace ideales para diagnósticos rápidos y mínimamente invasivos.
Estos biosensores fotónicos tienen un gran potencial en diversas aplicaciones médicas, incluyendo la detección temprana de enfermedades, el monitoreo de terapias y el desarrollo de medicamentos. Fraunhofer planea colaborar con empresas de diagnóstico y clínicas para avanzar en la implementación de esta tecnología en el sector de la salud.