Una biopsia con aguja es un procedimiento que permite obtener muestras de células del cuerpo para luego, ser analizadas en un laboratorio, entre otras razones, son utilizadas para ayudar al médico a determinar si una masa o bulto es un quiste, infección, tumor benigno o cáncer. La biopsia conlleva un ligero riesgo de infección o sangrado en el lugar en donde se insertó la aguja. A menudo, hasta el momento en el que se realiza la cirugía, el médico que realiza biopsias quirúrgicas no sabe el alcance de una lesión o si, en su caso, será necesario referir al paciente con un especialista para la extirpación extensa de tejidos, el procedimiento puede tener un alto nivel de resultados sin diagnóstico, es decir que el tejido extraído sólo contiene células normales aún cuando otra técnica de diagnóstico haya mostrado que existe una masa anormal, lo que genera cierto nerviosismo e inquietud en los pacientes.
Mediante vibraciones de sonido y pulsos de luz infrarroja cercana, la Universidad de Rutgers ha desarrollado un nuevo dispositivo de «biopsia virtual» que puede determinar rápidamente la profundidad de una lesión cutánea y determinar si es maligno o no, sin usar un bisturí.
El primer procedimiento experimental de su tipo, llamado tomografía de coherencia óptica por vibración (VOCT), es una técnica no invasiva que obtiene imágenes de piel en 3 dimensiones, que crea un mapa en 3D del ancho y profundidad de la lesión debajo de la piel con un pequeño diodo láser, también utiliza ondas de sonido para probar densidad y rigidez, ya que las células cancerosas son más rígidas que las células sanas. Un altavoz de una pulgada de largo aplica ondas de sonido audibles contra la piel para medir las vibraciones de la piel y determinar si la lesión es maligna.
«Este procedimiento se puede completar en 15 minutos sin incomodidad para el paciente, ya que no siente ninguna sensación de la luz y el sonido es casi inaudible. Es una mejora significativa sobre las biopsias quirúrgicas, que son invasivas, costosas y requieren mucho tiempo», dijo el investigador principal, Frederick Silver, profesor de patología y laboratorio en la Escuela de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson.
Los investigadores probaron el dispositivo durante seis meses en cuatro escisiones cutáneas y en ocho voluntarios sin lesiones cutáneas. Se necesitan estudios adicionales para ajustar la capacidad del dispositivo para identificar los bordes de una lesión y las áreas de mayor densidad y rigidez, lo que permitiría a los médicos extirpar tumores con cirugía mínimamente invasiva.
El prototipo, se encuentra en espera de la aprobación de la FDA.
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