Vivimos en una época donde los avances tecnológicos permiten nuevas formas de relación entre médicos y pacientes, sin duda las implicaciones sociales tienen un gran impacto en las personas que en otro momento, no habrían conseguido, como el acceso a la salud o dar seguimiento al tratamiento de enfermedades. La industria farmacéutica y específicamente el sector de dispositivos médicos, ha puesto empeño y reforzado los esfuerzos por hacer valer el derecho a la salud de cada persona, sin importar su ubicación geográfica, condición social, edad, etc.
En México, la esperanza de vida de las personas ha aumentado por mucho, si establecemos un comparativo con el México de los años 30s, donde las personas vivían un promedio de 34 años; hoy, esa cifra se ha más que duplicado, con un crecimiento paulatino de esperanza de vida, las personas en México viven un promedio de 77.4 años. México vive un visible proceso de envejecimiento, por lo que se hace necesario crear políticas de salud que permitan mantener óptimas condiciones de salud para los más jóvenes y un seguimiento eficaz y eficiente para los adultos mayores.
El telecuidado posibilita que las personas puedan monitorear sus condiciones de salud sin necesidad de salir de casa o hacer grandes recorridos para llegar al médico o instituciones de salud. Los nuevos dispositivos médicos, ayudan a crear mecanismos de ahorro para los pacientes y sus cuidadores, coadyuvando para obtener diagnósticos a tiempo y luego, monitorear sus tratamientos. Se trata de dotar a las personas de herramientas necesarias para autocuidado, con la intervención de un profesional médico, pero desahogando las unidades clínicas y al personal encargado.
Un sistema de teleasistencia dota a las personas mayores y/o discapacitadas de la posibilidad de obtener atención médica, además de la opción de continuar su cuidados en su propia casa, hoy, existen dispositivos que activan alarmas para cuando se vuelve indispensable acudir al médico o cuando no va bien algún signo vital, cuentan con sensores que alertan ante la posibilidad de riesgo inminente, la variedad es tan amplia que los sensores además de leer signos vitales, pueden detectar y notificar problemas inminentes y la ubicación, entre otras lecturas, la intención es dotar de independencia a los adultos mayores, con el fin de mejorar su calidad de vida.
De la mano de la teleasistencia que se trata de un modo preventivo de salud, se encuentra también la telemedicina, mediante la cual se realiza la prestación de servicios médicos otorgados de manera remota, hoy en día existen dispositivos médicos que permiten realizar cirugías complejas sin que el profesional de salud, se encuentre en la misma ubicación que el paciente. Esto permite que el conocimiento médico se encuentre en donde se requiere, sin necesidad de que los pacientes se vean obligados a recorrer grandes distancias para obtener atención y tratamientos.
Existe ya una amplia variedad de dispositivos médicos que hasta hace tan solo algunos años, podrían considerarse parte de una película de ciencia ficción: lectores de glucosa portátiles, de sangre, ritmo cardíaco, para detectar enfermedades ginecológicas, entre muchos otros. Sin duda, ofrecen mayor accesibilidad a la población actual mexicana y del mundo.
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